22/03/2021
El miércoles llega La anguila a librerías. Hoy charlo sobre ella con Xavi Ayén en La Vanguardia. Ojalá mi animal resbaloso encuentre refugio y esté calentito en vuestras manos.
“Quería que no hubiera rabia, que no fuera un ajuste de cuentas ni un grito de enfado, no he escrito para hundir a nadie. Lo importante era la literatura y se tenía que hacer con mucha calma. Esto no son unas memorias (...). Sobre los abusos, lo que me pareció importante es mostrar que están normalizados, que estas situaciones tan horribles son cotidianas, muchas mujeres las están viviendo ahora mismo. Nos matan a diario, lo decimos y el sistema nos grita que somos unas histéricas. Solo imaginarme que el Sinnombre ha estado confinado con una mujer a la que maltrata me vienen escalofríos”.
Si La anguila hubiera sido redactada levemente diferente –por ejemplo, con los nombres reales del abusador y del violador, y sin una sola escena de ficción– hoy se leería como una gran denuncia, al igual que El consentimiento de la francesa Vanessa Springora. “Me hubiera gustado denunciarlo con nombre y apellidos cuando sucedió, pero no era ni consciente de que había sucedido. El libro explica cómo a veces necesitamos quince o veinte años para entenderlo, nadie quiere ser víctima pero, si no entiendes que has sido víctima, tampoco podrás dejar de serlo, no podrás sobrevivir al dolor que te han causado”.
https://www.lavanguardia.com/cultura/20210321/6603030/paula-bonet-anguila.html