15/03/2017
PROTOCOLO LABORAL
IMAGEN PERSONAL. TARJETA DE PRESENTACIÓN.
LA PRIMERA IMPRESIÓN
Una buena combinación entre la parte interior y la parte exterior de una persona es lo que ayuda a tener un estilo propio
La primera impresión es muy importante.
En una visita por primera vez a unos clientes, a unos familiares, a unos proveedores... ¿qué imagen ofrecemos? Antes de tener cualquier tipo de contacto físico con ellos la imagen es la primera percepción que van a tener de nosotros. La retina graba esta 'primera impresión' que puede cambiar a lo largo del tiempo -cuando se conoce algo más que el exterior de una persona-. Pero de forma inicial, la primera imagen es lo que se queda grabado en su cabeza.
La imagen en el mundo laboral:
Si una empresa cuenta con un manual de Protocolo y Comunicación, seguramente que estos aspectos sobre la imagen estarán contemplados, o al menos se hará algún tipo de reseña sobre los mismos. La higiene, el vestuario, el cabello... todo forma un conjunto, además de tener en cuenta otros valores más personales que no tienen nada que ver con el aspecto físico. Es decir, no solamente las personas altas, esbeltas y atractivas dan una buena imagen. Hay otro tipo de belleza que no radica solamente en los aspectos físicos de una persona. Ser educado, inteligente, amable, buen conversador... no tiene nada que ver con la belleza física pero da una buena imagen de nosotros y de la empresa a la que representamos.
Una buena combinación entre la parte interior y la parte exterior de una persona es lo que 'compone' o crea un estilo propio. Ser amable, ser educado, ser inteligente, ser agradable... pero ir mal vestido no es una buena combinación. Y al contrario; vestir de forma elegante pero ser grosero, tener malos modales, ser desagradable e incluso ser antipático, tampoco es una buena combinación.
Hay que tener en cuenta que la primera impresión es ÚNICA, no hay otra oportunidad (de ahí su nombre, "primera impresión"). Según reza este dicho: "Hay tres cosas en esta vida que nunca vuelven atrás, la palabra pronunciada, la flecha lanzada y la oportunidad perdida". Ofrecer una mala primera impresión es una oportunidad perdida.
La primera impresión persiste en el tiempo. Se puede cambiar, pero cuesta. Al igual que una persona se prepara para una foto, la imagen debe cuidarse siempre, pero mucho más en un primer encuentro. Es la foto instantánea que van a tener de nosotros ante esa persona o de esa persona a la que acabamos de conocer por primera vez.
Cuantas veces se "juzga" mal a una persona por su vestuario, personas a las que no conocemos y con las que no hemos hablado nunca. En un reunión, en una fiesta... esa imagen puede transmitir algo que "a posteriori" no es cierto, pero es la que una persona percibe.
Hay que cuidar todos los detalles; armonizar el aspecto físico con el personal, con unos buenos modales, con una forma de expresarse correcta y una forma de moverse armoniosa. Todo este conjunto transmite, pero esa transmisión debe ser lo más positiva posible. Eso facilita nuestras relaciones sociales, laborales y familiares.