Matsu, Casa Editora de Productos Artesanales
Es una micro empresa que ofrece variedad de productos alimenticios artesanales. Deseamos que cuando las personas prueben nuestros productos, logren encontrarse ante lo más parecido a una obra de arte, provocando un ritual, una espera, un encuentro, momentos de paz dentro de lo cotidiano. Matsu, es una palabra japonesa que puede significar pino y en ot
ros contextos esperar, de modo que lo que inspiro a nuestra empresa llamarse así, fue aprender que las plantas no las aceleramos, sino que ellas llevan su propio ritmo de vida, y nosotros somos sus acompañantes, al igual cuando preparamos nuestros alimentos. Para que un pino sea alto, debe resistir las inclemencias del tiempo de manera paciente y en Japón es también el símbolo de una fuerza inconmovible. El pino se lo asocia a las personas que han sabido conservar intactos sus pensamientos y deseos, a pesar de las críticas que los rodeaban. Valores corporativos:
Valores éticos:
Paciencia: Matsu no acelera sus procesos de cosecha y transformación, sino que busca mantener un ritmo natural desde la siembra hasta la taza, en cada fase, aprendemos a esperar. Integridad: llevamos el debido registro del control de calidad para asegurar una producción saludable y confiable, cuidando nuestros empleados y jardín botánico. Responsabilidad: asumimos responsabilidades y actuamos conforme a ellas. Amor por lo que hacemos: hacemos nuestra la máxima de la estética
Tokugawa. El principio primordial, o sea el cielo; el principio subordinado, o la tierra; el principio conciliador, o sea las personas. Valores profesionales:
Liderazgo: dirección basada en la motivación, trabajo en equipo y participación, impulsando a la empresa a actualizarse constantemente. Innovación/tradición: mantener una producción artesanal, pero manteniendo una actitud de permanente mejora e innovación para poder diversificar y mejorar nuestros productos. Orientación al cliente: buscamos su bienestar y mejorar su saluda a través de nuestros productos. Cuidado del medio ambiente: utilizamos eficientemente nuestros recursos, evitando el uso de sustancias químicas en nuestro jardín botánico. Austeridad: hacemos nuestro el principio del maestro de té Okakura Kakuso. “Dar la impresión de una pobreza refinada. Pero no hay que olvidar, no obstante, que todo ello es el resultado de una premeditación artística profunda, y que en la ejecución del más mínimo detalle se ha puesto mayor atención y esmero que el que se emplea en la construcción de los templos más suntuosos”.