12/02/2021
EVOCACIÓN A LOS ELEMENTOS DIMENSIONALES
El concepto de los cuatro elementos es una idea que se ha ido transformando a través del tiempo alrededor del planeta, y es una de las formas de entender las personalidad que tenemos y ésta se forma con nuestro primer aliento, es decir, el día en que nacemos, en nuestro primer respiro.
En ese momento comienza el intercambio de energía con el planeta, separados físicamente de nuestra madre. Este intercambio de energía con el mundo se lleva a cabo a través de los cuatro elementos que son manifestaciones concretas de la naturaleza, por lo tanto, los elementos son fuerzas entre las que estamos constantemente transitando.
Cada uno representa los cuatro estados de la materia; la tierra es sólida, el agua es líquida, el aire es gaseoso y el fuego es plasma, o energía ionizada radiante.
En la antigua filosofía griega los elementos se asociaban a los estados psicológicos; Tierra (Físico), Agua (Estética y Alma), Aire (Intelecto) y Fuego (Moral). También están representados en el tratado budista zen el Bodhidharma, en cual estos son cualidades que constituyen la creación: luz (fuego), levedad (aire), fluidez (agua) y solidez (tierra).
Según las antiguas tradiciones, a los elementos se los categorizó dentro de dos estatutos: el fuego y aire activo, y el agua y la tierra pasivos.
El agua se relaciona con el cuerpo emocional o “astral”, el cual está dominado por sentimientos y emociones, anhelos y deseos compulsivos. El aire se relaciona con la mente y el pensamiento, de origen intangible o “causal”. El elemento tierra simboliza lo físico, lo materializado, y su armonización en el mundo de las formas tangibles. El fuego se relaciona con el cuerpo etérico o vital, que armoniza al agua y al aire para mantenerse en forma física.
Dentro de otras religiones se ha incluido al quinto elemento, que es el que permite la fluidez entre los cuatro, el Éter para los Tibetanos o Vacío para los Godai, y es el elemento que representa al espíritu, los cinco elementos están contenidos y activos en el cuerpo humano, manifestándolos cada uno según sus propios karmas, y una vez que el alma abandona el cuerpo, los elementos vuelven a repelerse y regresar a su fuente.
Los elementos también se asocian a Chakras inferiores o cualidades que han de vencerse para alcanzar la iluminación: el aire con la codicia, el agua con la pasión, el fuego con la ira y la tierra con el apego; así las personas de fuego deben a aprender a amar; las de agua, paz; las de aire, hermandad; y las de tierra, servicio.
También a los elementos se les correlacionó con “levedad” y “gravedad”, la primera para el fuego y el aire ya que se expanden hacia el universo, y gravedad para agua y tierra ya que tienden a estar relacionado a la inercia, y a reunirse en un nivel más profundo.
Aquel que está consciente de que se debe de hacer un proceso de integración a cada elemento para poder usar los cinco sentidos desde la perspectiva de él mismo y así evocar la energía que necesita para sus trabajos mágicos, o bien simplemente para la vida diaria. La integración a los elementos varía según las personas, no todos los procesos serán iguales puesto que todos tenemos un origen, ancestros y una realidad diferente.
ELEMENTO FUEGO
Punto cardinal: sur
El fuego es ascendente, siempre girando en espiral. La energía que se libera a través del fuego representa la creatividad, la vida, el crecimiento, la sexualidad, fertilidad, pasión, entre otros. Funge como un despertador y activador de la energía y de las propiedades espirituales de todos los seres que reciben su luz.
El elemento fuego se refiere a una energía radiante universal, una energía que es excitable, entusiasta y que, a través de su luz, aporta color al mundo.
Como los demás elementos, éste tiene regencias específicas sin embargo manifestaciones diferentes de poder en cada persona.
Recuerda que todos somos hijos de la Luz y nuestra energía se fortalece al tiempo en que nosotros mismos trabajamos en mantener y equilibrar el fuego de vida que respira en nuestros cuerpos.
Libérate de tabúes sexuales y pasionales, pues nadie puede impedir que tu energía de fuego, tu energía sexual y de creación, se desarrolle al tiempo en que se recorre el sendero del sabio.
El elemento fuego, rige a los signos Aries, Leo y Sagitario y hace alusión a la acción, es la llama que automotiva, por lo cual, se equipara al fuego con “la experiencia centrada en la identidad personal” y explica porque las personas con signos de fuego dominantes en sus mapas son tan concentradas y pueden llegar a ser bastante impersonales. Se creen canales de vida y no pueden ocultar fácilmente este orgullo. Los signos de fuego representan espíritus elevados, gran seguridad en sí mismos, entusiasmo y energía inagotable, además de una honradez directa. Necesitan de mucha libertad para poder expresar esa energía de forma natural, y aseguran este espacio con su tenacidad respecto a sus puntos de vista. Pueden dirigir su energía conscientemente mejor que otros signos. Su constante capacidad de ser puede ser cautivante para algunos, y otras veces ofensiva para los más cautos o sensibles. Los defectos de los signos de fuego no suelen ser malas intenciones, sino más bien una suerte de brusquedad que implica su tránsito, lo cual afecta en el autocontrol de la persona en cuestión y afecta la sensibilidad de los demás, pueden ser impacientes y abrumadores al tratar de obtener algo, lo cual causa destrucción o hiere los sentimientos de las personas.
Los signos de fuego tienden a ser impacientes con las personas más sensibles, especialmente las dominantes en agua o tierra. Los signos de fuego sienten que el agua los apagará y que la tierra los ahogará, a menudo se resisten por la pesadez y el sentimentalismo de estos signos. Los signos de aire, por otro lado, dan fuerza al elemento fuego proporcionando nuevas ideas que se encienden a través del elemento, es por esta razón que se les considera elementos compatibles, pero se debe considerar que los signos de fuego tienen demasiada energía e impaciencia para el delicado sistema nervioso de los elementos de aire. De hecho, los signos de fuego pueden cansarse y aburrirse fácilmente con observaciones intelectuales que no lleguen a concretarse.
Con tu athame puedes cargarte de energía solar, en cada amanecer o a medio día, apuntando hacia la luz. Haz respiraciones y visualiza cómo cada partícula de luz que llega al athame ilumina, limpia y expande tu cuerpo, mientras que calienta la llama de vida que hay dentro de ti.
Inhala y exhala vida, nútrete de tu energía sexual y procura conservar tu sentido de creatividad, voluntad y trabajo.
ELEMENTO AIRE
Punto cardinal: Este
El reino del aire es el mundo de la ideas arquetípicas detrás del velo del mundo físico, la energía cósmica concretada dentro de pautas específicas del pensamiento.
Se asocia al universo del pensamiento y figuras geométricas que se forman en un nivel mental, es la energía de las cosas que están por venir, su origen intangible. El elemento aire es comprendido y descrito como la representación del pensamiento y el intelecto por su composición física natural.
El elemento aire describe al pensamiento como algo que debe de ser ligero, evitando la densidad o la pesadez de ideas o pensamientos negativos, pues opacan nuestra mente y transmiten energía de baja vibración. La importancia del elemento radica en que es característico del este, ya que el sol comienza su ciclo desde aquel punto cardinal.
Así como se relaciona al este por el origen, el elemento aire pertenece al origen, al nuevo día, al nuevo nacimiento, al comienzo de nuevos proyectos, florecimiento.
El iniciado conoce que, así como el aire, uno debe ser ligero, libre, transparente, transmutable, franco e infalible.
A este elemento se les describe con la oración “la experiencia en su interés por las relaciones teóricas”. La importancia de la teoría y los conceptos de la vida por parte de las personas de este signo encuentra la mayor elevación del elemento por las palabras y el pensamiento abstracto.
El elemento aire rige a los signos Acuario, Géminis y Libra. Ha sido asociado al antiguo “Prana”, respiración vital. Los signos de fuego se interesan en querer que algo sea o realice, los signos de aire enfocan su energía en ideas que aún no se materializan, y luego de formarlas mayormente en un nivel mental las llevan a su realización física.
Se suele relacionar a los signos de aire, con ideas sin concretar, pero sus ideas pueden llegar a muchas vidas y ser un canal para que se materialicen sobre todo a nivel social por la profundidad y extensión de la idea.
Los signos de aire tienen la aptitud de desapegarse de la experiencia inmediata de la vida diaria, permitiéndose así obtener un enfoque objetivo de lo que hacen. Este desapego también les facilita la relación con las personas de todo tipo ya que no creen necesario comprometerse mucho con las preocupaciones y emociones de los demás. Los signos de aire, de hecho, son los más sociables de todos, en el sentido que pueden apreciar objetivamente los pensamientos sin estar necesariamente de acuerdo con ellas.
El pensamiento es una fuerza tan dominante en estos signos que se sienten amenazados si sus ideas son cuestionadas o puestas a prueba, o se les desacredita su intelecto. Si los signos de aire dan una importancia excesiva a sus pensamientos, van a tender a caer en excentricidades y fanatismo de todo tipo. A menudo carecen de emoción profunda y de aceptación de las limitaciones, por lo cual, les cuesta atribuirles el valor real. Y por supuesto, los signos que más desvalorizan estas ideas son los signos de agua y tierra, ya que no pasan la prueba de practicidad y emocionalidad sobre las que agua y tierra priorizan.
Por su parte los signos de aire no quieren ser limitados por la estructuración de la tierra ni inundados de la emocionalidad de los signos de agua. Los signos de fuego, por el contrario, le promueven la libertad de expresión, dando confianza y solidez a sus ideales. Si bien estos signos son compatibles, el tener que pensar tanto una idea antes de comprometerse con ella, son aspectos incompatibles con la necesidad de realización de los signos de fuego.
Aprovecha cada día intentando presenciar el amanecer para recibir los primeros rayos de sol y la brisa fresca de la mañana. Aprende a escuchar, pues el elemento aire es quien nos da mensajes más claros.
Haz meditaciones en silencio para centrar y canalizar los pensamientos. Utiliza inciensos de diferentes tipos para ambientar, limpiar, purificar o armonizar un lugar; sobre todo tu espacio.
Intégrate al elemento aire, pasa el humo por tu cuerpo y percibe cómo reacciona.
EL ELEMENTO AGUA
Punto cardinal: Oeste
El elemento agua es de carácter femenino, albergando arquetipos de oscuridad y de luz.
El agua es la representación de la fluidez, el movimiento, la renovación, la limpieza, la sanación, las emociones, la intuición.
El agua es altamente receptiva, pues cambia según el entorno y absorbe las propiedades de éste, como parte de la fluidez en su naturaleza para adaptarse.
El agua representa para cada uno de nosotros el proceso de la toma de consciencia de manera lenta pero segura para llegar al encuentro con nuestra alma. Nuestro cuerpo está compuesto en su mayoría por agua, por ello es de suma importancia estar conscientes de los lugares que frecuentamos, de la gente en nuestros círculos y las energías a las que nos exponemos diariamente.
El proceso de la integración con el agua parte de la conexión con uno mismo, en una forma que difícilmente se trabaja hoy en día por tabúes y prejuicios sociales.
Todos somos elemento agua, somos receptividad, fertilidad y creación; todos creamos nuestra realidad consciente e inconscientemente a través de nuestros sentimientos y respuestas emocionales.
Los signos de agua son Piscis, Cáncer y Escorpión, se relacionan con la Luna y el lado inconsciente de la vida, las emociones profundas, por lo tanto, pueden vivir con miedos extremos o pasiones compulsivas, sin saber de manera consciente como estos tópicos conducen su vida. Estos advierten desde su nacimiento que las cosas más predominantes en su vida son las relaciones intangibles que mueven su mundo. Están en contacto mucho más que otros signos con sus emociones y sentimientos, armonizados con sutilezas que otros ni siquiera detectan.
Los signos de agua Se pueden conectar fácilmente a emociones y sentimientos de amor y creación. Cuando se encuentran en equilibrio y conscientes, son los signos que más fácilmente pueden tener intuición y ser psíquicamente activos. La empatía es una característica de ellos, ya que están en unidad con toda la creación, quieren fluir en todos los ámbitos penetrando amorosamente en el contacto con el otro, y teniendo una mayor sensibilidad para empatizar con sus semejantes y las demás criaturas. Empero, cuando no se encuentran conscientes de sus propios sentimientos, pueden ser atrapados por deseos compulsivos, miedos sin razón y extremadamente sensibles antes la menor brusquedad. Su elemento les permite tomar diferentes formas, por lo que se siente más a gusto cuando su fluidez toma un cauce seguro o recibe la forma de otro, por esta razón es que armonizan con los signos de tierra ya que ellos le proveen estabilidad al poseer la suficiente solidez en la que ellos pueden confiar, los signos de tierra tienden a tener convicciones más firmes de la vida, son más bien reservados y reprimidos, a diferencia de los signos de fuego y aire que tienden a ser muy explosivos o dispersos, lo cual confunde al elemento agua.
Hay que recordar que los signos de agua tienden a dirigir su energía hacia su interior, aunque demuestren que están bien por fuera, esto no significa que haya grandes batallas y tormentas dentro de sí, sobre todo si sus vidas de vuelven monótonas y pierden el enfoque emocional o el sentido que querían para ella.
Si el signo se encuentra inconsciente de sus sombras, puede ser vulnerable y tener una gran influencia externa en su intento de equilibrar energías y puede tomar la forma de otros como vía de escape por leve que ésta sea.
El agua cede, pero lo vence todo. El agua extingue al Fuego o, hallándose a punto de ser derrotada, huye como v***r y se reforma. El agua lava a la tierra blanda o, al enfrentar a las rocas, procura dar un giro, cede ante los obstáculos con engañosa humildad, pues ningún poder puede impedirle que siga el destino que se propuso hacia el mar.
Los signos de agua saben instintivamente que deben protegerse de influencias exteriores a fin de resguardar su sanidad emocional, y de esta forma entrar en reflexión profunda.
Permítete sentir, póstrate frente al espejo en un cuarto con poca luz estando hacia el oeste y obsérvate a través de él y mírate a detalle, cada parte de tu cuerpo. Silencia el espacio, escúchate a ti, escucha el agua que fluye y circula en ti. Mira tu cara y luego mírate a los ojos, visualiza después que ves tu tercer ojo en el espejo. No tengas miedo de lo que vayas a ver, pues en la oscuridad se revela la sombra, y parte del despertar es dominarla.
Fluye y encuentra tu camino. Nutre y nútrete. El agua vence cediendo, nunca ataca, pero gana siempre la última batalla.
EL ELEMENTO TIERRA
Punto cardinal: Norte
El elemento tierra, así como los demás, posee una serie de características particulares que forman parte de los rasgos inherentes en cada uno. El elemento tierra se compone a partir de lo que se refiere al aquí y el ahora, al origen, los ancestros, la estabilidad, la fertilidad, la creación y la vida, entre muchos otros.
Integrarse al elemento tierra es integrarse a uno mismo, dando los cuidados necesarios al cuerpo físico y la vida material para comprender el presente; aquel lugar en donde nos encontramos, y que compone nuestra realidad momento a momento.
El elemento tierra se relaciona al norte, pues alude a la preparación del nuevo comienzo, el misterio, la paciencia necesaria para la introversión.
Este elemento rige a los signos Capricornio, Tauro y Virgo. Están conectados con el mundo físico y todos los aspectos que hacen alusión de él. Es el signo más práctico de todos, ya que su elemento es la base estructural de diversas formas de vida, representan todas las formas que pueden adoptar forma física, estructurada, compacta, sólida, como las rocas de la montaña. Es por esto que las personalidades suelen dejarse llevar más por la razón, la lógica y lo que sus sentidos perciben que por teorías o intuición. Estos signos se encuentran armonizados con el mundo material, el mundo de las formas tangibles, por lo cual tienen mayor autodisciplina que otros signos, ya que estos tienen “los pies bien puestos en la tierra”, les es fácil desenvolverse en el mundo del trabajo, les agrada mantenerse estables y bajo rutinas para alcanzar diferentes metas. Todas estas cualidades les llegan naturalmente a los signos de elemento tierra.
Si bien este elemento es considerado “pasivo” poseen resistencia y persistencia, son cuidadosos, pero cuando ven amenazada su seguridad o la de sus seres cercanos (que también los consideran como si fueran parte de ellos) no dudan en actuar.
El elemento con el que mejor interactúa es con el elemento agua, ya que este le aporta la fluidez y suavidad necesaria para que su tierra brinde frutos, sin salirse completamente de los esquemas, además comparten características en común, como las de auto protección, retentivo y alcanzable. Por otro lado, los signos de aire le parecen demasiado en las nubes y poco prácticos, los ve constantemente con una mentalidad infantil, y a los de fuego los percibe muy deprisa, alborotados y agresivos, siente que puede ir quemando todo a su paso, lo cual, les produce una desconfianza e inseguridad con este elemento.
Estos signos se pueden ver limitados por sus mismas fortalezas, que son el ser demasiado prácticos y ordenados, no adentrándose al mundo de lo intangible, lo cual puede bloquear sus centros creativos al no salir de los esquemas preestablecidos. Los signos de tierra para encontrar su equilibrio pueden comprometerse con ideales superiores que nutran su espíritu con aires abstractos, que les permitan mantenerse en una línea armoniosa entre el cielo y la tierra.
Uno puede practicar ejercicios en donde se despierte la fusión entre el elemento y tu ser, porque en realidad siempre ha estado contigo, solo que en un estado latente. Es cuestión de encontrar la manera en que tú te conviertas en el elemento.
Con tus pies desnudos camina por algún bosque, algún parque, alguna montaña, siente cómo la tierra pasa por tus dedos y hacen descargas de calor y frío en tus plantas; escucha con atención a tu cuerpo y lo que te rodea.
Maneja un ritmo en tus respiraciones al tiempo en que centras la mente para adentrarla en el silencio y el descanso.
Sé cómo la tierra, siente como tierra, vibra como tierra.