28/12/2024
En el callejón de las Gachupinas, en , Veracruz, vivía una pareja humilde con su bebé recién nacida. La noche era oscura y silenciosa, pero de repente, la bebé comenzó a llorar de manera incontrolable. Su llanto era extraño y perturbador, y sus padres no sabían qué hacer para calmarla.
En ese momento, alguien tocó la puerta de la casa. La madre se acercó a la puerta y preguntó quién era, pero solo recibió una respuesta enigmática: "¿Por qué llora la niña?".
La madre se sintió confundida y asustada, y no supo qué responder. La voz se escuchó de nuevo, esta vez con una amenaza: "Me la llevo".
La madre se quedó paralizada de miedo, y la puerta comenzó a golpearse con fuerza, como si alguien estuviera tratando de derribarla. El padre subió la barda para ver quién era, pero no había nadie afuera.
La pareja corrió a ver a su hija, que había dejado de llorar y estaba en el piso, con unos extraños moretones en su pecho. La madre estaba aterrorizada, y no sabía qué hacer para proteger a su hija.
Al día siguiente, la madre le contó a sus vecinos sobre lo que había sucedido, pero nadie creyó en ella. Sin embargo, la madre de una de las vecinas le dijo que tuviera cuidado, porque lo que había tratado de entrar en su casa era probablemente una bruja que quería robarse a su hija.
La vecina le recomendó que pusiera semillas de mostaza en los marcos de las puertas de su casa para ahuyentar a la bruja. La pareja hizo lo que le dijeron, y nunca volvieron a escuchar la voz ni los golpes en la puerta.
Pero la pregunta sigue siendo: ¿qué fue lo que trató de entrar en la casa de la pareja? ¿Fue una bruja, o algo peor?