04/12/2022
Quería quedarme.
Contigo quería que funcionará.
Quería dormir más de mil noches a tu lado, era increíble la paz que me dabas.
Quería festejar ese cumpleaños contigo, sorprenderte más que aquella primera vez que fui detallista y me lo pagaste con una sonrisa.
En serio, quería quererte más.
Pero hay un límite.
Y contigo creo que lo rebase.
No eres de compromisos,
ironía
sí hacíamos todo lo que una pareja, solo que a ti no te gustan los títulos.
No quiero pedir disculpas, de este lado no me queda hacerlo.
Porque siempre fui tuya, creo que ahí radica el problema.
Del 'Siempre' y de querer pertenecerte cuando tú solo coleccionas nombres y orgasmºs.
Maldita suerte la mía de enamorarme de hombres jodidos.
No me marché con la idea de que me detuvieras.
Se supone siempre nos damos cuenta de lo grandiosas que son las personas cuando las tenemos, no cuando se marchan.
Aunque contigo no se sabía, jamás supe que esperar de ti.
Eres fan de ir y venir.
Lo tonto era que yo siempre te esperaba.
Hasta hoy.
Que aún con todo el cariño y los planes que tenía para ambos decido irme.
Que boba crear un futuro para los dos, cuando tú solo vivías los momentos.
Ojalá hubiese sido como tú.
Poco expresiva, cobarde, mentirosa y con miles de excusas bajo la manga.
Contigo odie esa pregunta trillada en casos como estos:
-¿Qué somos?-
¡Já!
¿Qué esperaba ser al lado de alguien que no sabe quererse?
De alguien que evadia la pregunta mientras alzaba mi falda y me besaba lento.
Me confundias los pensamientos.
Ojalá el sentimiento se me pase rápido.
Y de apoco los recuerdos donde me hacías tuya se me esfumen.
No quiero más de ti.
Porque me diste muy poco, y yo siempre lo exagere.
Te puse en un altar del que hoy mismo te baje.
Ya te dije adiós.
Y aunque no te importe...
¡Es el más grande acto de amor que he podido hacer por mí desde que te conocí!
No eres lo que merezco.
Gracias al universo que hoy lo entendí.
-Mariana Dottor.
📖 La magia de aprender a decir adiós
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