08/04/2021
Hay personas que se empecinan en ver lo malo de todo, hasta de lo bueno. Les prestan más atención a los defectos que a las cualidades.
¿Conoce a gente así?
Es aburridor vivir o trabajar al lado de alguien que, en vez de valorar logros, los cuestiona: “malo porque bogas y malo porque no bogas”.
Hablamos del criticón, ese que se agarrra de todo para denigrar.
Un sujeto así, además de ser abominable, se asemeja a una víbora.
¿Por qué?
Porque se enrosca de una manera minuciosa y, cuando menos se piensa, se estira para inyectar su veneno.
¿Qué hacer?
Se podría decir, de manera literal, que hay dos opciones:
1ª No prestarle atención; eso es algo que resulta algo difícil pues, de todas formas, las palabras hirientes logran desanimar a cualquiera.
2ª Demostrarle que está equivocado, no con alegatos ni peleas, sino con acciones.
Esta última táctica, a decir verdad, da más resultados. A un ser negativo no se le tapa la boca tanto como cuando se le da ejemplo y cuando, con un trabajo silencioso y perseverante, se logra triunfar y demostrar todo lo bueno que se es.
Está comprobado que pensar en lo malo no sirve. Ni siquiera se le debe hacer caso a esa vieja frase que dice así: “piensa mal y acertará”.
Todo el mundo es bueno, hasta que se le compruebe lo contrario.
Si usted está enfermo, por citar un ejemplo, la sola idea de creer que tiene un mal terminal o que se va a morir de eso, en el papel, es más dañino que ni la misma afección que padece.
En cambio, si piensa en que se va a reponer y en que podrá vencer cualquier dolencia, empieza a apreciar las cosas de la vida que, en últimas, es lo que lo hace vencer y recobrar la salud.
Por último, si por alguna razón es el ‘blanco’ de una persona que se la pasa viendo lo malo que hay en usted, recuerde que no está solo. Por muy inquisidor que sea su envidioso adversario, recuerde que “arriba está quien hacia abajo ve” y que, tarde o temprano, será lo positivo lo que brille en realidad.
Sabios consejos
1 - Si se siente ofendido por algo, procure que no se le note tanto en su rostro.
2 - Viva el día de hoy tranquilo, sin querer resolver de una vez todos los problemas de su vida.
3 - No critique a nadie y no pretenda disciplinar a nadie, sino a usted mismo.
4 - Tenga la certeza de que puede pasar un día feliz, más allá de las angustias.
5- Adáptese a las circunstancias, sin pretender que ellas sean las que se acomoden a sus deseos.
6 - Dedique diez minutos a una buena lectura. Ella alimenta a su espíritu.
7 - Hoy haga una buena acción, pero no se lo diga a nadie.
8 - Aleje estos dos males de su vida: la prisa y la indecisión.
9 - No tenga miedo de g***r lo que es bello y jamás deje de creer en la bondad.
10 - Uno en la vida no hace lo que quiere, pero se da el lujo de no hacer lo que no quiere. Practique esa filosofía.