29/08/2021
Los árboles son mucho más que un ornamento urbano, aunque son grandes protagonistas de su paisaje.
El concepto de arbolado urbano incluye, además de una exigencia estética, servicios ambientales imprescindibles para mejorar la calidad de vida de los habitantes de las ciudades. Su presencia es importante porque depuran el aire, aportan humedad y sombra, regulan la temperatura, dan cobijo a la biodiversidad urbana e impactan positivamente en la psicología de las personas.
La temperatura cerca de los árboles es más fresca. Cuanto más grande sea el árbol -o el conjunto de ellos-, mayor será la capacidad de absorción de calor. Esto quiere decir que, la presencia de los árboles en las ciudades determina una clara disminución del efecto Isla de Calor –se estima que disminuye la temperatura entre tres y diez grados- dependiendo de la época del año. Pueden disminuir el consumo de energía en aires acondicionados en casi un 30%, lo que conlleva a una importante disminución del consumo de combustibles fósiles en la producción de electricidad.
Los árboles son vida. Generan biodiversidad, la vida florece entre sus raíces y ramas. Limpian el aire, sus hojas y corteza atrapan las partículas diminutas -y peligrosas- generadas por la combustión de los autos, colectivos, motos, entre otros.
Reducen considerablemente la contaminación atmosférica porque absorben gases contaminantes como monóxido de carbono, dióxido de azufre, nitrógeno, ozono, y partículas como el cadmio, el níquel y el plomo. La absorción de dióxido de carbono de la atmósfera + el almacenamiento de carbono en la biomasa vegetal + el efecto de enfriamiento de las zonas urbanas en las épocas estivales, hacen de los árboles una herramienta muy eficaz para combatir el efecto invernadero.
Se pueden construir barreras sónicas utilizando el arbolado como una pantalla vegetal porque absorben y bloquean el sonido, reduciendo la contaminación acústica. El ruido aumenta la secreción de adrenalina, altera el comportamiento normal de las personas y afecta su salud. Vivir cerca de los espacios verdes puede disminuir la presión arterial alta y el estrés.
Amortiguan las lluvias cumpliendo una función muy importante en los procesos hidrológicos urbanos, al reducir la velocidad y el volumen de la escorrentía de una tormenta, interceptan y retienen el flujo de la precipitación pluvial que llega al suelo.
Una buena planificación de arbolado urbano trae beneficios ambientales como la retención del agua de lluvia, filtración de polución del aire, refugios de fauna silvestre (sobretodo de pájaros), atenuación de ruidos, retención de polvo en suspenso, reducción de isla de calor. Beneficios sociales porque mejora la salud mental y física de la población, embellece el paisaje y fomenta la conciencia ecológica. Finalmente, el arbolado urbano, posee beneficios económicos como la valorización de las propiedades privadas y de la identidad barrial.
Sus raíces nos narran la historia del mundo. Honremos a todos los árboles que habitan nuestro planeta todo los días.