17/02/2023
"El Apego"
Es hijo de la obsesión y la soberbia. Se basa en el aferramiento, a sentirnos especiales por ser dueños de las cosas y de las personas, de los grupos de trabajo, de los amigos, de los hijos, de la pareja, hasta de los lugares por donde andamos y estamos. El lenguaje del apego se basa en el mío, me costó, no lo comparto; el control de las situaciones y las experiencias, ya ves, no entiendes, sólo tu me haces esto, etc.
Nos lleva a la envidia, el interés, el control, el chantaje emocional, la ambición, el orgullo, el rencor y el resentimiento. Los celos, la obsesión, el control y la manipulación son un buen termómetro del apego que hay en nosotros, no queremos que nadie nos quite lo que creemos nos pertenece, esa “fuente” de mi felicidad, cuando en realidad, lo único que tenemos es lo que habita de la piel hacia dentro, el espíritu, claro también el cuerpo sólo por el tiempo que estés vivo, el día que trasciendas tampoco es tuyo.
Así funciona nuestra mente porque nos enseñan a que depender de alguien y o de algo para todo y el poseerlo es el camino de la felicidad y la autentificación de uno mismo. El deseo de tener algo o alguien que nos valide y complete, que nos haga especiales; cuando el amor se basa en disfrutar compartir y aprender a aceptar y agradecer lo que recibimos, lo que es tal cual es. En pocas palabras en saber compartir y saber agradecer.
El apego es fuente de sufrimiento porque desoímos la primera Gran Noble Verdad:
"Todo Es Impermanente". Y si las cosas son impermanentes ¿Qué sentido tiene que nos aferremos a algo que estamos seguros que se va a ir?
El apego te dice es sólo para mi o mío: no puede ser de nadie más, sólo me mintió, me engañó, me dejó, cuando el verdadero amor te dice: le deseo bienestar, que sea feliz, que aprenda lo que no tenía que aprender conmigo, que sea una mejor persona y contribuya al mundo, que se ame y ame aunque no esté o sea conmigo.
¡Yo lo haré también!
El apego es la principal fuente de sufrimiento.
Un buen ejercicio es quitar del lenguaje toda palabra de posesión y control que sea dictada por la mente, después comenzar a soltar el deseo al objeto o persona, apreciarlo como es y dejar que sea, busque y encuentre, viva y aprenda, enseñe y reciba, y de ahí sepa dar y recibir lo que me hace bien, y lo que me invita al amor, la clave está en hacer lo mismo por mi, ojo el camino de la infidelidad o deslealtad no es desapego ni buscar la verdad. Es mejor ser honestos porque quité las ganas de amar, que engañar, aunque el amor por si sólo no se acaba, uno mismo lo hace o nos alejamos.
Es importante entender que estamos de paso y que lo único que nos llevaremos son las vivencias ...
Trabajemos el desapego, soltar y dejar ir, rompiendo, nuestros viejos moldes, !Vive y deja vivir!