02/05/2024
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ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ 𝑺𝒆𝒙 𝒄𝒂𝒍𝒍
El sonido del clic de su cámara la tenía totalmente aturdida, ella sabía cómo debía tomar aquellas fotos, era su trabajo, pero en ese momento, estaba nerviosa. ¿Cómo era posible? Ella era modelo de lencería, aquello debía ser fácil, pero no lo era. La persona que iba a recibir aquellas fotos de contenido explícito no era alguno de sus seguidores, sino alguien que la conocía, alguien a quien ella deseaba.
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Era mucho más crítica consigo misma, mostraba sus pechos, mostraba su lencería, mostraba su cuerpo; y, a pesar de que ella se amaba a sí misma, en ese momento estaba pensando todo demasiado, estaba siendo crítica con ella misma por querer mostrar lo mejor de sí y no se estaba permitiendo disfrutar de aquella acción.
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Stella se frustró.
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Apagó la luz de su habitación y se escondió entre sus sábanas aún con la lencería que estaba usando para la sesión de fotos que intentó, sin éxito, realizar para su pareja. Prendió la pantalla de su móvil observando las fotos, buscando detalles inexistentes, pues estaba ansiosa, nunca había hecho algo así, tener novio no era lo suyo y enviar su contenido a alguien más de forma directa, tampoco lo era.
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El teléfono empezó a vibrar y una videollamada empezó, su amigo había llegado del trabajo y, como era costumbre, la llamó porque: “necesitaba ver tu rostro” como siempre le decía, provocando que sus mejillas se sonrojaron y que ella se olvidase del resto del mundo. El joven le preguntó qué había hecho en el día, ella sin poder evitarlo, confesó sus intenciones, el querer provocarlo mediante fotos, mediante videos, simplemente el querer provocarlo debido a que no podía tenerlo por el viaje de negocios en el que él se encontraba.
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El contrario mostró aquella sonrisa que le caracterizaba, aquella que le hacía perder la cordura y con solo unas palabras, logró hacerla caer en su juego, logró provocarla:
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— Ojalá hubieran llegado, no habría aguantado y seguramente estaría camino a tu casa. — El contrario solo la observaba fijo, tranquilo, él también se encontraba en cama, alumbrado por la lámpara de su habitación. Sus palabras provocaron que ella se muerda el labio inferior con inseguridad y en un impulso, solo envío aquellas fotos de las que tanto había dudado.
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Escondió su rostro en la almohada intentando olvidar la vergüenza, hasta que escuchó la voz del mayor, algo carrasposa, incómoda, como si aquellas imágenes habían logrado su cometido.
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— Joder… Stella, que bien se te ve… Pero se te vería mejor si estuviera dentro tuyo. —
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Una risa divertida se escapó de los labios de la muchacha y de inmediato prendió su lámpara con algo de timidez y de inmediato mostró la lencería que aún usaba. — Aún la llevo puesta… ¿Me la puedes quitar ahora? — Su voz salió en un susurro de inocencia fingida, mientras que sus dedos jugueteaban con los tirantes de su brassier deshaciéndose de inmediato de estos y mostrando sus pechos, la verguenza que antes habia sentido se habia desaparecido, se había perdido en el deseo que sentía por el contrario. La imagen del mayor se desestabilizó, ella sabia lo que eso significaba y se pudo notar cuando su chico se atrevió a mostrar aquella erección que ella había provocado en la pantalla, notar el efecto que ella tenía le encantaba.
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Los sonidos y palabras obscenas se fueron intensificando con el paso de los minutos, incluso ella logró deshacerse de todas sus prendas y se ayudó de sus dedos para estimular de forma visual a su pareja.
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La temperatura y los gemidos de ambos iban en aumento en cada minuto, entre pequeñas frases inmorales de lo que ambos querían hacerse hasta que, no pudo más y la sensación inevitable de placer la inundó por completo, sintiendo que se perdía en aquella exquisita sensación.
🌹 Codigo: +