where the wind blows (2024)

28/10/2023

私の輝く泡の中に入る 𐀔 海と月が続いた日、深淵の扉が私に入り口を見せてくれた 🍊 #지은 AS ナミ :: 月の下で甘い歌 @ #!TANGERINE — ♡
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El abrupto sonido de bastones en el suelo llevó a Nami a recobrar la conciencia poco a poco. Sintiendo su cuerpo adolorido sin saber la razón y notando el frío tacto del suelo en su mejilla. Poco a poco abrió los ojos, intentando acostumbrarse a la luz del lugar en el que se encontraba. El lugar era oscuro, pero una fuerte llamarada de lo que parecía ser una hoguera le hizo abrir los ojos de golpe. Intentó moverse, pero el dolor de sus huesos y lo que parecían ser sus manos atadas le impidieron mucho mas que erguirse sobre si misma, aún en el suelo. Miró a su alrededor. A su lado, el cuerpo de Vivi se encontraba en el suelo, desplomada al igual que lo había estado ella momentos antes. Algo se encogió en su pecho, variando la posibilidad de que no siguiera con vida.

— ¡Vivi, Vivi! — pequeños gritos ahogados entre susurros, intentando captar la atención de la peliazul. Su voz se detuvo cuando unas sombras aparecieron en el suelo, y frente a ella, varias figuras encapuchadas la miraban sin dilación. ¿Quiénes eran aquellas personas y cómo habían llegado Vivi y Nami allí? ¿Por qué estaban atadas y que les había pasado para casi no poder moverse? Las preguntas llenaban la mente de Nami, sin embargo, ninguna respuesta tenía lugar en ella.

Sin decir palabra alguna, las personas encapuchadas se dirigieron hacia Vivi y la cargaron, alejándola de ella. Fue aquel momento en el que la pelirroja reaccionó y logró levantarse, en un intento inútil de poder alcanzarla luego de ser golpeada y regresada al suelo. El nombre de su compañera salía de su garganta a gritos hasta que esta acabó por quebrarse, seguido de incontables peticiones porque le devolvieran a su amiga.

— ¡Bastardos! ¡Acabaré con todos vosotros! ¡No toquéis a Vivi! — su desesperación se convirtió en furia luego de minutos, quizá horas sin tener rastro de su amiga. Nami, con el sumo cuidado posible se había dedicado a deshacerse de la cuerda que le ataba las manos, y con la intención de quizá, poder salir de allí y volver a encontrar a Vivi con vida, se abalanzó hacia uno de los encapuchados. No tardó en comenzar a golpearle, ocasionando que su capucha se retirara y pudiera ver su rostro, mas lo que vio la dejó helada. Ojos blancos y una boca malamente cosida, como si fuera una especie de monstruo. Por un momento, se preguntó si todos en aquel lugar serían igual. ¿Qué le pasaría a ella? ¿Por qué seguía con vida? ¿Tenía tan siquiera la oportunidad de salir de allí, o estaba acabada?

24/10/2023

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Su corazón dio un vuelco ante lo que acababa de suceder. Toda su vida se había ido por la borda y no podía hacer más que ver todo su esfuerzo romperse ante sus ojos. Sus piernas flaquearon y sentía como todo su cuerpo se tensaba. Aún así, corrió, corrió todo lo rápido que pudo para alcanzar, sin éxito alguno, las esperanzas que alguna vez había puesto en ella para salvar aquello que tanto amaba: su pueblo.

Todo lo que había sacrificado, todo lo que había sufrido no había servido para nada. Al final del día, Nami volvió a ser una simple ladrona traidora con una deuda a pagar y un sueño imposible de cumplir.

Había traicionado a su pueblo, a su familia. Había traicionado a Luffy y su tripulación, los únicos amigos que había tenido nunca. ¿Qué quedaba de ella ahora? Arlong le había arrebatado todo, y ella, como una ilusa, trabajaba para él. Su cabeza dio vueltas y cayó de rodillas al suelo, con la vista fija en el cuchillo que tenía frente a ella.

Como si de un pensamiento fugaz se tratara, agarró el cuchillo y lo dirigió al lugar donde tenía tatuado el símbolo de arlong, clavandolo una y otra vez hasta que desapareciera. El dolor en su brazo no podía comprarse si por un segundo al dolor que sentía en su corazón, que se desgarraba más y más a cada golpe que recibía. La sangre brotaba por su brazo casi tan rápido como las saladas lágrimas brotaban por sus mejillas, tiñendo su piel de un rojo carmesí que podía prometer que le perseguiría mientras siguiera con vida.

20/10/2023

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Nami no pudo sentir la oscuridad hasta que era demasiado tarde; no pudo divisarla ni alcanzar a evitar que se colara dentro de su cuerpo, pues cuando el amargo sabor de aquella presencia se instaló en su paladar, no había nada que ella pudiese hacer para detenerla.

Pudo sentir su cuerpo siendo completamente ajeno a ella, como si nada de lo que había sido le perteneciera. Cada centímetro de su piel se sentía ajeno, invadido, ultrajado; cada molécula de su cuerpo parecía ser de alguien más ahora y se hundía en una oscuridad de la que parecía que jamás se recuperaría.

Quería gritar, correr, y algo que únicamente podría haber descrito como su alma, se rehusaba a compartir aquel espacio con aquella viscosa presencia que comenzaba a hacerse más grande, contaminando cada poro de su cuerpo, cada rincón de aquello que podría considerarse su espíritu.

No había músculo que respondiera ante ella, sus dedos no se movían ante sus peticiones y sus labios tampoco pronunciaban palabra alguna aunque ella quisiera hacerlo, aunque lo quedaba de sí misma en aquel recipiente que había sido invadido, luchara con todas sus fuerzas.

Sentía que ella, la que siempre había sido, la que había luchado y se había revelado al encontrar un motivo para escoger su propio camino, poco a poco se desvanecía presa de algo que no alcanzaba a comprender y que la asustaba de una forma que jamás creyó poder experimentar.

Ella ya no era lo que había sido, se consumía bajo la voluntad de algo maligno que movia su cuerpo y mantenía respirando sus pulmones, que tomaba sus recuerdos y a las personas que apreciaba y quería proteger, y las volvía en su contra en medio de un siniestro juego que se jugaba en su propia mente, quitándole también el control de su consciencia.

Le estaba quitando todo, sin dejarla gritar y pedir por ayuda, sin poder escuchar si le era ofrecida y sin ser capaz de tomarla aunque la anhelara tanto, como si poco a poco se estuviera quedando dormida dentro de ella misma, siempre con la terrible posibilidad de nunca despertar.

16/10/2023

₊˚ʚ₍ᐢ. ̫.ᐢ₎₊˚✧ ﾟ. 私の輝く泡の中に入る 𐀔 海と月が続いた日、深淵の扉が私に入り口を見せてくれた 🍊 #지은 AS ナミ :: 月の下で甘い歌 @ #!TANGERINE — ♡
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Sus manos temblaron al ver toda la sangre derramada en el suelo. Sentía como perdía sus fuerzas, comenzando a tambalearse de un lado para otro, sin poder mirar el cuerpo sin vida que se tendía ante ella. Las ganas de vomitar se apoderaron de la joven ladrona, obligándola a llevarse las manos a la boca con tal de frenarlas. Trató de dar un paso para atrás, pero chocó de inmediato. Sus músculos se tensaron a la vez que una débil risa se escuchaba en la habitación. Estaba acabada, no podría salir de allí con vida. Se giró lentamente, encontrándose con un par de ojos que la miraban fijamente, hambrientos.

¿Qué había hecho ella para acabar en aquella situación? Había perdido el rastro de todos sus compañeros e incluso su bastón había desaparecido. Intentó caminar hacia atrás una vez más, esta vez en dirección contraria, más la sangre en el piso hizo que su intento de escapar se convirtiera en una caída que le iba a costar muy grave.

— Me parece que tus tácticas de ladrona han quedado oxidadas, Nami, la gata ladrona.

La cabeza le daba vueltas, y tan solo la idea de ponerse en pie parecía imposible en aquellos momentos. ¿Donde estaba su capitán cuando más lo necesitaba? Su vista se nubló debido al golpe, y solo volvió a ser consciente de si misma cuando el frío metal de un cuchillo hizo contacto con su piel. Un grito ahogado salió de sus labios.

— Seguro que te preguntas donde están tus compañeros... Bueno, digamos que pronto te reunirás con ellos. — su mundo se cayó en aquel mismo instante. — Nunca pensé que podría acabar con Luffy sombrero de paja y su tripulación... Y ahora eres la última en pie, bueno, técnicamente, ya que apenas puedes tenerte en pie.
— Ellos... Luffy... ¿Luffy está...?
— Mu**to.
— ¡Mientes! — lágrimas comenzaron a caer de sus ojos. Intentó ponerse en pie, cayendo de rodillas segundos después. Aún sin fuerzas, continuó intentándolo. Alzó la vista y agarró a aquella persona de la ropa, desesperada. — ¡Estás mintiendo! ¡Luffy nunca moriría! ¡Ninguno de ellos...!

No estaban mu***os. No podían estarlo. Lo sabía, lo sabía y lo comprobaría. Solo debía buscarlos. Con el mayor esfuerzo que pudo se puso en pie, aprovechando el momento para agarrar el cuchillo que había en el suelo y clavarlo en la pierna del individuo frente a ella. Un grito se escuchó en la sala, y seguido, la agitada respiración de Nami cuando comenzó a correr en un intento desesperado de huir. No tendría otra oportunidad. Debía encontrar a sus compañeros.

Unos segundos después, un fuerte impacto se hizo presente en la pierna derecha de la ladrona, haciéndola tropezar. Debía pensar rápido. Se puso en pie y miró su pierna, un cuchillo le había sido lanzado directamente a esta. La sangre salía a borbotones y sentía como toda su pierna quemaba por el dolor, sin embargo, se obligó a sí misma a ignorarlo. Quitó el cuchillo como pudo, gritando por el dolor a la vez que lo lanzaba lejos y seguía corriendo sin saber muy bien cómo. Su cabeza dolía, su pierna ardía y sentía como las fuerzas desaparecían de su cuerpo, sin embargo, no podía dejar de correr. Si su cuerpo dolía, su corazón dolía aún más. No podía permitirse abandonar cuando sus compañeros la necesitaban. Iba a encontrarlos, debía encontrarlos.

12/10/2023

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El piqueteo de la lluvia en el suelo inquietaba a Nami en sobremanera. Los días de lluvia se podían convertir en un incordio si no tenían los oídos alerta, y con sus compañeros, aquello era difícil de hacer. Era domingo, y como siempre, debían cambiar de ubicación. Un sonido inusual hizo que se pusiera alerta y apartara la vista de la mochila donde estaba terminando de guardar los últimos suministros que les quedaban. Para su suerte, el sonido provenía de uno de sus compañeros, que como siempre, no hacía más que incordiar.

— ¿Eres id**ta? No hagas ruido ahora que estamos a punto de irnos.
— No seas tan aguafiestas, Nami. Si algún zombie entra por esa puerta, le rebanaré la cabeza.

Una sonrisa ladeada se formó en los labios del peliverde, que señalaba con una de sus katanas la puerta que tanto les había costado sellar.

Los zombies no habían hecho mas que incrementar en los últimos meses, y si alguien le hubiera dicho a Nami que a día de hoy estaría con un grupo de desconocidos matando -si se puede decir así- a seres que precian no existir como los zombies, se habría reído en su cara. ¿Quién en su sano juico pensaría que le tocaría que vivir un apocalipsis zombie o estaría siquiera algo preparado para ello? Sin duda, Nami no lo estaba. Desde que tuvo que ver como unos zombies mataban a sus conocidos y se separó de su hermana, su mundo se vino abajo. Pensaba que acabaría convertida en uno de ellos, hasta que aquel par la encontró y no le dieron otra opción que seguir luchando junto a ellos. Con ello, aquel par de id**tas, por difícil que pareciera, habían hecho que el fin del mundo pareciera algo más ameno.

— Nami, Nami, Nami, Nami... ¡Nami! ¡Tierra llamando a Nami! — Un alegre y ruidoso pelinegro intentaba llamar la atención de Nami, que se había quedado perdida en sus pensamientos. Ante sus gritos, Nami le dio un golpe seco en la cabeza, reclamándole que si venían los zombies, sería su culpa.

— Es hora de irnos, mas os vale tener todo porque dudo que volvamos a pasar por aquí. Zoro, no te alejes de nosotros.
— ¡Siempre dices lo mismo...!

Con el máximo silencio posible se encaminaron a la puerta, aún con luffy quejándose por la rudeza de Nami. Nada mas abrir la puerta chasqueó la lengua, dudosa de si salir con lluvia era la mejor idea. Estaba diluviando de una manera estrambótica. Si no fuera porque les vendría bien para conseguir agua, maldeciría aquel temporal.

Si tenían suerte, la lluvia les ayudaría a ocultar su olor y sus pasos, pero siendo ellos, la suerte no estaría de su parte. No pasaron mas de un par de horas caminando para que unos sonidos de un perro ladrando que cada vez se acercaba más a ellos los alarmaran. Todos se pusieron en posición para atacar, listos para enfrentarse a aquellas criaturas que no tardarían en aparecer. Un pequeño grito ahogado salió de la garganta de Nami cuando dos de esos zombies aparecieron justo frente a ella, mas cuando quiso darse cuenta, Zoro ya les había partido en dos.

— Dos más a mi lista, así llegaré rápido a los 10k. — una sonrisa se apoderó de su rostro, y Nami no podía comprender cómo convivía con tal cabezahueca, por mucho que agradeciera su agilidad a la hora de deshacerse de esos seres. — ¡A tu derecha! — Una manada de Z apareció ante ellos.

Nami alzó su bate, encargándose de varios de ellos al momento. No es que se le diera bien aquello, si podía evítalo, prefería que aquel par fueran los que se encargaban de matar mientras ella estaba a salvo, pero había veces, como aquella, en la que no le quedaba más opción que encargarse del trabajo sucio. En un mundo como aquel, o aprendías a sobrevivir, o morías.

17/05/2023

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23/02/2023

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— El responsable de que Arlong causara estragos en el East Blue hace once años... Fui yo.

La pelirroja se llevó la mano a su hombro izquierdo por inercia, mientras la mirada de temor en su rostro podía expresar como aquellas simples palabras le habían hecho despertar en su mente recuerdos que quería haber dejado guardados en lo más profundo de su ser, pero que nunca terminaría de olvidar por más que quisiera.

Las incontables veces que sufrió por Arlong, la muerte de su madre, el sufrimiento de todos lo que amaba y ella misma, todo pasaba por su mente, mientras paralizada, solo podía fijarse en el tatuaje que portaba Jinbe en el pecho y que no había notado hasta aquel momento, pero que podía reconocer a la perfección por ser idéntico al que Arlong solía tener.

Las memorias enterradas se sentían como cuchillos, como espinas que se le clavaban en la piel y que, por mucho que pasase el tiempo, le era imposible arrancar, pues aunque fuera una a una, siempre quedaba alguna por sacar. El estado de shock y la falta de palabras por la pelirroja había dejado un amargo y tenso ambiente entre los que se encontraban en aquel bosque. ¿Podría dejar atrás la joven todo el resentimiento que había guardado durante aquellos años de sufrimiento en algún momento?

16/02/2023

୧ ‧₊˚ 🍊 ⋅ ☆ 私たちの生活には常に悲しみがあります。私たちを続けていく悲しい感情 :: @ tangerine 一 navigator's vlog 未来は自分で作ることです。あなたはそれを信じなければなりません straw hat pirates ☁️

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