22/05/2024
CUENTO N° 13
EL SUEÑO DEL PAPITO
Te fuiste don Bromecildo y recuerdo haberme pedido
a comienzos de año llevarte a tu Churín querido
y cumplí tu deseo llevándote a esos baños termales,
para que alivies tus dolores y todos tus males
yo me esmeré para satisfacer todos tus gustos,
sin embargo, querido viejo, no logro superar el disgusto
no me encuentro conforme y menos satisfecho,
porque muchas más cosas para ti, pude haber hecho.
Me pediste que te llevara a Huaral, tu ciudad
para despedirte de tus sobrinas en su propia ubicuidad
y recorrer con la mirada, las calles y casonas
de tu antigua morada, la cual siempre pregonas
allí guardabas muchos sentimientos de tu juventud;
allí disfrutaste tu vida en toda su plenitud
yo me esmeré para satisfacer todos tus gustos,
sin embargo, querido viejo, no logro superar el disgusto
no me encuentro conforme y menos satisfecho,
porque muchas más cosas para ti, pude haber hecho.
Me pediste que festejáramos tu 91cumpleaños
y para ello con gusto me reuní con mis hermanos
y entre todos contratamos un local
para que te reunieras con tus familiares de forma especial
para que cenaras con ellos,
para que cantaras con ellos
y para que bailaras con tu señora;
como en los tiempos de otrora
yo me esmeré para satisfacer todos tus gustos,
sin embargo, querido viejo, no logro superar el disgusto
no me encuentro conforme y menos satisfecho,
porque muchas más cosas para ti, pude haber hecho.
Pude querido viejo,
aunque suene disparejo
pude darte muchas cosas más y con alegría,
porque a ti te correspondía,
tú tenías ese derecho bien ganado
y sin embargo siento el corazón destrozado,
no haberte dado alguito más
quiero rogar al Supremo
para robarte un tiempito más,
para abrazarte y besarte hasta el extremo
para llevarte veinte veces más a tus baños termales
a tu Huaral, la ciudad de tus ceremoniales
para festejar mil veces tus onomásticos
con todos los cariños entusiásticos
cuánto no daría, por poder contemplar
en estos momentos tu sonrisa celebrar.
Ahora querido viejo, extrañando tu presencia
me vengo a dar cuenta que en nuestra vida fuiste la esencia
lo único que nos consuela y nos concilia,
a pesar de estar acongojados toda tu familia;
es saber que otros te muestran su agradecimiento,
porque ahora SI están sumamente contentos,
porque TU ahora estás con ellos causando revuelo
y allí los tenemos mientras vas ingresando al cielo,
allí esperándote desde hace buen rato, está paradito
se trata de mi hermano Adolfo, “El zapatito”,
él está bastante ansioso y apenas te ve llegar,
¡Papá! ¡Papá! Se pone a gritar
corre a tu encuentro y te abraza con emoción
tratando de recuperar tantos años de separación,
te mira el rostro y te besa la frente
te coge del brazo y así juntos te lleva impaciente
allí más adelante, tu hermano Clemente
se lleva la mano a la frente,
levanta la cabeza y exclama: ¡Ohhhh! ¡Mi hermano!”
Ese es su gesto característico levantando la mano,
detrás de él también viene tu hermana Zoila, con mi tío Julio,
sumamente alegres han estado en un gran tertulio
¡Por fin, hermanito! ¡Que alegría verte!
Todos te abrazan han aprendido a quererte
sigues avanzando erguido no pudiendo entender
adelante sentados en una banca, no lo pueden creer
se encuentra mi tío Clodomiro con su cervecita en la mano,
acompañado de mi primo Antero, te dicen ¡Salud tio!¡Salud cuñado!
Ellos raudos se incorporan y corren a saludarte,
te invitan un trago y tú gustosamente les aceptas,
en otra banca se incorporan también tus antiguos compañeros
el negrito Cotrina, Vargas y Montañez se quitan los sombreros
ellos se encuentran bastante sazonados
por tantos tragos que se han tomado
llevan varias horas esperando tu llegada
prácticamente están desde la madrugada
y así poco a poco aparecen todos tus amigos
y los familiares se sienten bendecidos
tú don Bromecildo, estás muy emocionado,
has logrado por fin ese descanso muy bien ganado
y lo has conseguido por tantos años de lucha y sacrificio
por tantos años de ayudar a tu prójimo sin ningún auspicio
siempre fuiste bastante acomedido.
Dando la mano sin que nadie te lo haya pedido
Nuestro Dios, te premia recogiendo tu cosecha
y te recompensa sentándote a su derecha.
Viejito lindo ahora estás sumamente hermoso,
cubierto con tu bata blanca, te ves precioso
como una vez lo soñaste, y me lo pudiste contar
ahora has vuelto a recuperar tu altivo caminar
has recuperado tus fuerzas, tu temple de acero
y ya desaparecieron tus malestares y caminas entero
hoy te sueño nuevamente erguido y radiante
y por eso, reflejas un magnífico semblante
Tú una vez dijiste este memorable dicho
“Muy pronto me reuniré con ellos”, he dicho
refiriéndote a los que te precedieron el camino
como si fueses un adivino
y ahora yo, tu hijo digo
“PRONTO ME REUNIRÉ CONTIGO”
y con esto ya no tengo miedo a la muerte....
y por qué temerle, para mi es la mejor suerte
sí sé que allá en el cielo, mi viejito lindo
me estará esperando y mis temores prescindo
me estarás esperando para abrazarme
para seguir aconsejándome,
para darme una palabra de aliento,
pretendiendo dejarme contento
para con tu fuerza y tu temple poderoso
levantar mi alicaído ánimo siempre quejoso
Con esto ya no tengo miedo ni a la vejez, ni a las enfermedades
y para que temer todos estos males
sabiendo que ello es el pasaje que tengo que pagar,
para poder llegar
y a tu lado, mi estancia disfrutar.
DESCANSA BROMECILDO, VIEJO MI QUERIDO VIEJO