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EL PATRIARCA ALVAREZPor Raúl Alvarez SerranoDEDICATORIACumpliendo una promesa que le hice en vida a don Bromecildo Alvar...
30/12/2023

EL PATRIARCA ALVAREZ
Por Raúl Alvarez Serrano

DEDICATORIA

Cumpliendo una promesa que le hice en vida a don Bromecildo Alvarez, mi viejito lindo, sobre escribir un libro a efectos de perennizar sus vivencias, es por lo que cumplo y trasmito a Uds. Querido Bromecildo tú eres el patriarca de los Alvarez, te debemos mucho y te adoramos mucho; siempre has sido y serás la luz que ilumina nuestras vidas; tus hijos, sobrinos, nietos y tataranietos te recordamos y trataremos de imitar tu vida y tu forma de ser; para todos nosotros eres un ejemplo de vida. Gracias por haber estado con nosotros y muchas gracias por habernos guiado.

EL PATRIARCA ALVAREZ

“Me duele el corazón con tal violencia,
me duele que no puedo respirar….
No sé qué pasará,
con este gran dolor,
de noche no me deja ni dormir,
¡pobre ay de mí!.
No sé qué pasará,
con este gran dolor,….
de noche no me deja ni dormir…..
Dónde están mis amigos, no los veo,….
dónde están mis hermanos, no los hallo…..
Solito he de llorar, ….
solito he de sufrir,….
solito yo me tengo que morir, ….
¡pobre ay de mí! ….
Solito he de llorar, ….
solito he de sufrir, ….
solito yo me tengo que morir.
Delante de la Virgen me arrodillo, ….
le ruego y le pido con fervor ….
que me haga este favor, ….
no hacerme padecer, ….
sino hasta la razón voy a perder, ….
¡pobre ay de mí! ….
Que me haga este favor, ….
no hacerme padecer, ….
sino hasta la razón voy a perder. ….
Dónde están mis amigos, no los veo

Con las letras de esta canción, rindo homenaje a quién en vida fue don BROMECILDO ALVAREZ TIMOTEO.

Este querido personaje, vino al mundo un primero de Julio año 1912, en el distrito de Tauca, provincia de Pallasca, departamento de Ancash, sus padres los señores don Pascual Timoteo y doña Mercedes Alvarez; el motivo de llevar el apellido de su señora madre, es debido a que nunca tuvo reconocimiento paternal; por ello es muy significativo reconocer el carácter fuerte de doña Mercedes quién nunca se doblegó, y supo ser padre y madre a la vez, criando y educando a sus 03 menores hijos, Clemente y Zoila Carbajal y Bromecildo Alvarez, los dos primeros habidos en un primer compromiso.

Al comienzo en plena infancia don Bromecildo, disfrutó alegremente la tranquilidad de su ciudad natal, la mayor parte del tiempo lo transcurría corriendo y saltando en los hermosos campos de nuestra serranía, llenos de trigo, a su vez cuidaba y jugaba con sus ovejitas y carneros; el paisaje era maravilloso y emocionante, los campos y los cerros de un color verde profundo, contrastando con el color amarillo de los campos trigales, las casitas estaban construídas a base de adobe y sobre ellas los cubría una estructura de madera recubierta con ramas, barro y hojas; en lo concerniente al consumo de agua, era admirable contemplar, la construcción artesanal de unos ramales o brazos del río más próximo, para lo cual en una determinada hora los administradores o encargados abrían el canal, haciendo llegar de esta manera el líquido elemento a toda la población; también hay que considerar como un legado ancestral, ver que todas las familias poseían asémilas, cerdos, carneros, gallinas, patos, etc y los más afortunados tenían aparte vacas y caballos.........

Es justo resaltar que el distrito de Tauca posee un clima maravilloso, buen sol, aire puro y cielo seco; abundantes lluvias de enero a marzo y radiante sol de mayo a octubre; al respecto, dijo el escritor Filomeno Neri Catturini, refiriéndose a Tauca: “.......Pueblo hermoso, por cuyas calles empedradas, estrechas, pintorescas anduvieron nuestros corazones a pie” “.......Pueblo lindo que supo de nuestras primeras ilusiones, que cobijó nuestras primeras esperanzas. ¿Cómo no va a conmovernos su recuerdo? Caminos y campiñas enraizadas en la médula misma de nuestros huesos”, “………Hasta los tuétanos”. “Lomas, cerros y quebradas; manantiales o puquiales, pozas y lagunas que llevamos impregnadas en el alma.”

Se abre la puerta de una casa de adobes y sale una señora de la zona con su típica vestimenta:

- ¡Oye, Pancha… apura! ¡La Meche ya va a parir!

De un grupo de tres señoras que están sentadas alrededor de una mesa campestre, se levanta la señora Pancha, quién funge de madrona partera de la zona. No hay ningún varón en el exterior.

- ¿Qué, tan pronto?

Ingresa corriendo y veinte minutos después se escucha el llanto del bebé que acaba de llegar a este mundo.

Siete días después doña Mercedes se acerca a los registros de la Municipalidad, ella lleva en sus brazos a su pequeño bebé; ingresa y consulta:

- ¿Vengo a registrar a mi bebe?

Se dirige ahora a una pequeña oficina y allí el registrador oficial le pregunta:
- ¿Cómo se llamará?
- Pues Bromecildo, así lo ha querido su padre -responde ella
- ¿Y su apellido?
- Timoteo, pues
- ¿Dónde está el papá? -vuelve a preguntar el registrador
- No, él no vendrá.
- ¿Quién es el papá?
- Pues, Pascual Timoteo
- ¡Ah, caramba! -muestra sorpresa el registrador, ya que don Pascual es uno de los principales hacendados de la zona
- Y no será que el señor no quiere firmar al bebé -dice el registrador
- Pués claro que no quiere, pero es su hijo y debo registrarlo.
- ¡No hija! Si él no viene, lamentablemente no podemos ponerle el apellido Timoteo
- ¿Y, entonces que hago?

El registrador entiende la situación, y le presenta la única solución viable:

- Para registrar a tu bebé, solamente nos queda colocar en primer lugar tu propio apellido y el segundo en calidad de referencia, pondremos el apellido del papá.

Así quedó registrado, con el nombre de Bromecildo Alvarez Timoteo

Transcurren seis años, y allí afuera de la casita hay un grupo de cinco niños de la zona, la edad de ellos fluctúa entre nueve y diez años:

- ¡Clemente! ¡Sale rápido, para ir a jugar! -grita uno de los niños

Este sale raudo e integrándose a ellos, empiezan a correr hacia el campo abierto, pero más atrás también sale Bromecildo, con sus seis añitos, es el menor de los hermanos y del grupo de amigos, y corre detrás de ellos…. cuando los alcanza uno de los chicos, le increpa:

- ¡Oye, tú regrésate, eres muy pequeño!
- ¡No quiero! -responde enfático Bromecildo

El que dirige el grupo lo zamaquea y Clemente también tomándole del brazo, le dice:

- Ya vete
- ¡No quiero! -vuelve a responder Bromecildo

Todos empiezan a empujarlo y golpearlo, pero el pequeño no se amilana y lanza golpes también a todos, hasta que cae al piso; luego todos prosiguen corriendo; inmediatamente se reincorpora Bromecildo y nuevamente prosigue detrás del grupo. A la distancia, se aprecia que nuevamente Bromecildo los ha alcanzado y otra vez se repite el coloquio, insistiéndole que se regrese.

- ¡Nooo! -grita Bromecildo

Y empieza de nuevo la andanada de golpes, todos contra el pequeño, pero Bromecildo lanza también golpes de puñetes y patadas, hasta que vuelve a caer al suelo. Otra vez todos prosiguen la carrera con mayor velocidad para distanciarse de este pequeño fastidioso, pero a lo lejos se llega a apreciar que nuevamente Bromecildo ha dado inicio otra vez a la persecución y que, ya habiéndolos alcanzado, se reinicia la disputa con golpes y patadas.

Esta escena se repite a diario y es que el pequeño ha asimilado con paciencia y tranquilidad los juegos toscos de los chicos de la zona; así se fue formando su carácter fuerte y resistente; era común y diario verlo regresar a su casita manando sangre por la nariz y por la boca, su mamá le limpiaba sus heridas; Bromecildo nunca rehuía al combate, aún por más fuerte que sean los contrincantes; Clemente el hermano mayor, harto de las constantes travesuras, optaba para calmarlo darle sus cocahos, viniendo inmediatamente la reacción que culminaba con intercambio de golpes y a pesar de que siempre lo dominaba por su talla y peso, éste le preguntaba

- ¡Te rindes! ¡Ya no te vas a portar mal!,

Y Bromecildo nunca se rendía, prefería aguantar la andanada de golpes, antes que rendirse; y Clemente insistiendo volvía a preguntar:

- ¡Pero que te cuesta, ríndete de una vez!,

Bromecildo prefería romper en llanto por el dolor, pero nunca rendirse. Todas estas acciones fueron formando el temple duro y el carácter indomable de este personaje.

También tenía otra gran cualidad, a pesar de su tierna edad, era consciente del trajín duro de su madre y por ello, dedicaba gran parte de su tiempo, en los quehaceres propios del hogar ayudando así a su madre querida, ...............ella le enseñó algo muy importante que ha quedado grabado en la mente de este pequeño y que, a lo largo de toda su vida, lo irá trasmitiendo a su descendencia:

- Aprende todo lo que la gente hace y acomídete en ayudar.

Valga verdades esto le servirá a Bromecildo para desarrollarse en todo tipo de oficios, su curiosidad se incrementarà cada vez màs y asì irà aprendiendo poco a poco; mantendrá también sobretodo el gesto humanitario de servir y ayudar a todos, los que lo requieran. Siempre será apreciado, querido y respetado por los demás.
- ¿A dónde vas? -pregunta la madre, siendo aún todavía muy temprano
- Ya vengo, voy a sacar a pastar al rebaño.

No solamente ayudaba a su madre en la cocina y en la limpieza de la casa, sino también a cuidar el ganado, la familia contaba con una pequeña cantidad de ovejas y carneros; el quehacer diario consistía en llevar el ganado a muy temprana hora, al campo y dejarlos pastando, luego en las tardes tenía que ir a recogerlos. Para los meses de invierno era frecuente las fuertes lluvias y por ello gracias al apoyo del Sr. Carbajal, primer compromiso de Doña Mercedes se había levantado una casucha en el campo, consistente en un cuarto grande de pura madera para refugio; en el interior a un costado había una escalera que daba al altillo y allí la señora almacenaba sus cosas.

En uno de esos días, siendo las cinco de la tarde, mamá Mercedes y Bromecildo se dirigen a recoger el ganado siempre acompañados de dos perros guardianes, ayudantes en la tarea de arrear a los animales; apenas llegan al campo, observan el pequeño ganado y doña Mercedes de un silbido pone en alerta a las ovejas y carneros................ los perros corren hacia ellos, Bromecildo también lo hace y así entre gritos y ladridos comienzan a mover el ganado de regreso a la casa; de repente se oscurece el cielo, aparecen grandes nubes negras y comienza la lluvia fuerte;

- ¡Corre, Bromé guarecete adentro!

No les queda más que ir corriendo a refugiarse en la casita de campo; mamá Mercedes aún permanece ordenando y protegiendo al rebaño. Al rato ella ingresa también, el ganado permanece afuera; ella encuentra a su hijo sentado al centro de la casita junto a los dos canes; siendo ya costumbre la señora aprovecha el tiempo, para subir al altillo y arreglar las cosas. Bromecildo permanece abajo jugando con los perros, después de dos horas amaina la lluvia y doña Mercedes, decide emprender el viaje de regreso a casa.

Lamentablemente toda esta tranquilidad se verá muy pronto recortada; se levantan los chicos temprano y Clemente y Zoila salen al campo a jugar y hacer sus quehaceres, pero Bromecildo más bien va al dormitorio…. Allí está acostada su mamá acompañada de una señora familiar. El pequeño la observa, ella tose muy seguido… la señora sale un rato al exterior.

- Mamá, qué tienes, ¿estás enferma? Cúrate pronto por favor
- Si hijo, muy pronto me sanaré y estaremos juntos -contesta ella
- Ya, mamá entonces apenas te cures estaré esperando afuera para salir a jugar.
- Si hijo, muy pronto estaré bien…. Espérame afuera

Bromecildo sale corriendo para alcanzar a sus hermanos mayores. Una terrible enfermedad debido al trajín duro de la vida y la escasa alimentación, atacó y debilitó tanto a doña Mercedes y después de una penosa agonía, a las dos semanas se termina la vida de esta ilustre señora, quedando por lo tanto huérfano a la edad de entre seis a siete años. La tía Clara, hermana de doña Mercedes queda a cargo de los niños. A los pocos días debe conversar urgente con su otra hermana menor:

- Oye, Teresa, lamentablemente no me puedo hacer cargo de los tres pequeños, tú muy bien sabes que yo tengo un hijito y ya es mucha carga para mí, considerando cómo está difícil la vida. ¿Tú podrías hacerte cargo de Bromecildo?
- Clarita, yo estoy peor que tú, yo tengo cuatro guaguas y ya no puedo sostener a uno más.
- Caramba, entonces que podemos hacer
- Pués tendrás que ir a conversar con su papá don Pascual Timoteo, a él le corresponde hacerse cargo.
- ¡Uyyy, me da miedo, ese es un señor malo y tiene un carácter muy fuerte!
- Pero es su padre, y deberá hacerse cargo de Bromecildo.

La situación es bastante difícil y existe una terrible escasez de alimentos, por tanto, no le queda más a la tía Clara que prepararse para al día siguiente ir a tocarle la puerta a don Pascual.

La tía camina muy temprano por las calles empedradas, cogiendo de la mano al pequeño Bromecildo, llega hasta una puerta campestre y le dice a una jovencita que la anuncie con don Pascual…. Se cierra la puerta y ella permanece esperando afuera:

- ¡Que pasen! -dice don Pascual

Atraviesan un enorme patio y al centro está la casa grande…. La jovencita hace pasar a la sala principal y la tía Clara toma asiento, Bromecildo permanece parado a un costado de ella. Ambos muestran una incertidumbre y bastante temor, por la posible reacción de este señor. Unos minutos después aparece un señor alto y de tez clara, muy bien vestido calzando unas gruesas botas:

- ¡Vamos a ver señora! De qué se trata el asunto
- Pues fíjese señor, mi nombre es Clarita y soy hermana de la Meche y este niño es el hijo de ella.

Don Pascual, imaginándose ya, de que se trata el asunto, se levanta y llamando a la jovencita le indica que lleve al pequeño a un ambiente contiguo; parece ser que no desea que el pequeño escuche todo el diálogo que vendrá a continuación. La muchacha toma al pequeño de la mano:

- Vamos
- No quiero -dice el pequeño
- Anda nomás -dice la tía Clara y agrega- ¡ahorita salgo!

Salen de la habitación…. Don Pascual se queda observando a la tía Clara y se incorpora, empezando a caminar yendo y viniendo.

- ¿Qué le trae por acá, señora?
- Pués, fíjese que la Meche, se nos murió y como bien sabe me ha dejado a su hijito, al cual yo no tengo forma de criarlo.
- Ese es el niño -dice don Pascual, refiriéndose a Bromecildo
- Efectivamente señor, ….es su hijo

Don Pascual dubita un poco, pero en el fondo sabe bien que es su hijo.

- ¿Cómo es el niño?
- Pués simpático, igual a usted
- Me refiero a su carácter
- Es un niño bastante educado y obediente -manifiesta la tía Clara, tratando de convencerlo.
- Correcto, lo voy a tomar, pero quiero que te lo lleves ahora y mañana temprano lo vuelves a traer con todas sus cosas. Necesito en primer lugar conversar con mi señora y mis hijos
- Así será pues, mañana temprano se lo traigo…. y gracias

La tía Clara, busca al pequeño, lo toma de la mano y se retiran. Don Pascual Timoteo, se acaba de comprometer a criar al pequeño, en calidad de padre; no pone reparo alguno y se constata que en el fondo ha tenido un gran aprecio por la sra. Mercedes.

Esa noche en plena cena, se encuentran sentados alrededor de la mesa, don Pascual con su señora Rebeca y sus pequeños hijos Julio de 12 años y Eladio Timoteo de 10.

- ¡Familia, debo darles una noticia! Y a partir de mañana vendrá a vivir con nosotros su nuevo hermanito, cuyo nombre es Bromecildo y quiero que le den un trato especial como nuevo integrante de esta casa.
- Eso no puede ser posible -argumenta doña Rebeca, mientras que los dos pequeños hacen muecas y gestos de desagrado.
- ¡Yo no les he pedido autorización! -y levantando la voz, prosigue- ¡El niño vendrá mañana y punto!

Ninguno se atreve a contradecirle y todos asientan bajando la cabeza.

Al día siguiente muy temprano, ya hace su ingreso la tía, llevando al pequeño Bromecildo…. Allí al frente están parados don Pascual, doña Rebeca y los niños Julio y Eladio; la tía Clara trata de arreglar la ropa desordenada de Bromecildo y peinarlo un poco.

- Aquí se lo entrego señor -y dirigiéndose al pequeño- Bromecildo pórtate bien y cumple con todo lo que el señor te ordena.

Deja su bolsa llena de ropita en el piso, da media vuelta y se retira.

- ¿Cuál es tu nombre?
- Bromecildo señor
- Muy bien niño, te voy a llevar a tu cuarto y mañana temprano conversaremos para que conozcas cuales serán tus tareas.
- Si, señor -responde timidamente Bromecildo.

Una muchacha levanta las cosas del pequeño; don Pascual y doña Rebeca dan media vuelta y salen de la sala, …. Inmediatamente Julio y Eladio Timoteo se acercan al pequeño y lo revisan de pies a cabeza; no dan muestras de aprobación y a la verdad de los hechos, la raza trigueña de Bromecildo, dista mucho de la raza blanca de Julio y Eladio, inclusive la vestimenta de ellos es de alta calidad; se avecina por tanto a que no van a reconocerse abiertamente como hermanos, y más bien destinarán al pequeño a realizar trabajos de servidumbre, con escasa oportunidad de progresar e ir a estudiar.

Los constantes abusos y maltratos que sufría Bromecildo de parte de sus hermanastros cada vez se iban acrecentando, y de igual forma también se hacía evidente el sentimiento de desprecio de parte de doña Rebeca y de otros familiares, por todo esto es que constantemente se escapaba de su casa, para ir a visitar a sus otros hermanos y así fue como comienza a ser rebelde, emepezando a crecer el orgullo de don Bromecildo a temprana edad. Julio Timoteo como mayor es más condescendiente y toma en son de gracia los gestos y ademanes de Bromecildo, mientras que Eladio es el típico niño orgulloso y pretencioso buscando molestarlo en todos los aspectos.

- ¡A dónde vas! -grita Eladio al pequeño al notar que va a salir de la casa.
- ¡Y a ti que te importa! -responde agresivamente Bromecildo
- ¡Pués no sales! -ordena Eladio
- ¡Y quién me va a detener! ¿Tú?

Bromecildo se voltea para dirigirse a la puerta y salir, es cuando Eladio lo toma de los cabellos tratando de agredirlo, para que no salga; entonces Bromecildo lo mira con rabia, con una agresividad manifiesta y de un fuerte empujón lo hace rodar por el piso, e inmediatamente se m***a sobre su cuerpo y le dice:

- ¡Si lo vuelves a hacer, te daré un par de trompones en la cara!

Bromecildo le muestra los puños con bastante rudeza, vuelve a decir:

- ¡Así que ya sabes! ¡Conmigo no te metas!

Bromecildo es mucho más pequeño, pero evidentemente es más fuerte y reacio.

Otra característica de este pequeño personaje, es reconocer que Bromecildo posee una característica o don especial; resulta que en una de sus contínuas escapadas y encontrándose jugando en el campo con su hermano Clemente, sorpresivamente les viene un fuerte aguacero:

- ¡Ayyy, carajo la lluvia! -grita Clemente- ¡Corre! Debemos llegar a la chozita

Y así corriendo llegan a la casita de campo, la cual está abandonada desde hace un par de años, recordamos que allí pernoctaban conjuntamente con su madre, para estos casos especiales;

- ¡Corre y sécate la ropa!

Ingresaron ambos corriendo y permanecieron sentados al centro del único cuarto, mirándose silenciosamente; no hay luz, ni lámpara, por tanto la penumbra los acongoja; ......a un costado todavía se encuentra la escalera, la cual daba al altillo o segundo piso; entrada ya la noche y sin apaciguar el aguacero, fue cuando ambos niños, sintieron ruido en el segundo piso, los cuales fueron adquiriendo formas de pasos de una persona, es decir que alguien caminaba arriba, y don Bromecildo pequeño aún no comprende sobre el fallecimiento de las personas y grita:

- ¡Mi mamá! - y corre hacia la escalera, con intenciones de subir;

Sin embargo, Clemente se horrorizó del hecho y salió corriendo al exterior, y de afuera comenzó a llamar desesperadamente a su hermano menor, para que también salga de esa casita; sin embargo, Bromecildo proseguía parado al filo de la escalera y señalando hacia arriba, proseguía diciendo:

- ¡No, mi mamá está arriba y quiero verla!
- ¡No subas! ¡Ven para acá, rápido! -insiste Clemente

Pero Bromecildo no hace caso y comienza a subir,

- ¡No! ¡No subas, por favor! ¡Ven para acá! -insiste Clemente casi suplicando.

A pesar de estos ruegos desesperados, ....Bromecildo mirando a su hermano continúa subiendo y al llegar al término de la escalera .... asoma su cabeza y mira hacia adentro, no hay nadie, voltea la cara hacia la derecha y no hay nadie, pero algo llama su atención y al mirar hacia la izquierda, se da cuenta que hay una persona totalmente amortajada, ….está parada casi delante de él; ese tétrico cuadro, hizo por primera vez a su pequeña edad, congelar su sangre y asustarse bárbaramente, bajó las escaleras como pudo y salió gritando y llorando al encuentro de Clemente; las únicas palabras que atinaba a decir, era:

- ¡Un cuco.... un cuco!;

Clemente lo cogió de la mano y comenzaron a correr lo más rápido posible, sin importarles la lluvia, rumbo a su casa.

Han transcurrido unos cuantos años y se torna cada vez más crítica la situación en la zona, se vive una extrema pobreza en toda la ciudad de Ancash, sobretodo para los hermanos Clemente y Zoila y para toda la familia directa; esa noche hay una reunión de emergencia en la cual están reunidos no solamente los familiares, sino también todos los vecinos.

Un señor hace uso de la palabra, dirigiendo la sesión:

- Uds. saben yo acabo de regresar de Lima y he visto como se presenta el panorama por esos lugares…. Aquí no tenemos nada, nos estamos muriendo de hambre….debemos viajar hacia Lima.
- ¿Pero, podremos vivir en Lima? ¿Levantar nuestras casitas? -pregunta uno de los vecinos.
- ¡Así es! Y justamente hay una hacienda grande que está contratando gente -responde el interlocutor.
- ¿Y como se llama, esa hacienda?
- El distrito se llama Huaral y se dedican a la siembra de naranjas dulces.
- ¿Cómo es su clima? ¿Nos acostumbraremos?
- Es idéntico a Tauca, igualito es.
- ¿Está en la misma ciudad de Lima?
- Exactamente a tres horas de la ciudad

Hacen uso de la palabra, otras personas también que aseguran haber escuchado por familiares que todo eso es cierto, ….deliberan bastante y después de largo rato de hacer consultas de una y otra índole, la comunidad en pleno reconocen la enorme necesidad de viajar por las mayores posibilidades de bienestar económico y familiar que existe en la Gran Ciudad de Lima, por esta razón adoptan en acuerdo unánime viajar hacia la Capital del Perú. Todos llegarán a la provincia de Huaral, por asemejarse tanto a su tierra natal y porque allí todavía existen labores agrícolas ancestrales, que ellos conocen a la perfección.

El centro de Lima ya está convertido en una zona urbana, es una ciudad moderna, abunda el comfort, se han levantado casas de varias plantas, existen avenidas fínamente empedradas, hay fábricas, empresas, etc. La gente camina bien vestida, con ternos, elegantes sombreros y bastones; las damas con vestidos largos confeccionados de fina tela, ellas llevan pañuelos en la mano, collares y son muy bellas.

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