27/04/2024
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ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ➝ 𝗢𝗨𝗩𝗥𝗔𝗚𝗘
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ➝ 𝗔𝗺𝗼𝘂𝗿 𝗶𝗻𝗰𝗲𝗿𝘁𝗮𝗶𝗻
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l. INTRO
Las nubes grises pronto se esparcieron por todo el cielo, cubriéndolo con aquel tono acromático. Pequeñas gotas cayendo de ellas y mojando lo que podía con su caída. A Félix muy poco le importo mojarse, en ese momento no le importaba más que el dolor del corazón, del alma; ¿por qué dejo pisotearse de esa manera?
Desde pequeño tenía una visión de lo que era el amor, pero jamás creyó que, al crecer le harían ver que no todo era color de rosa.
II. CAOS
Todo comienza cuando lo conoció, aquel chico de cuerpo voluptuoso, con una sonrisa encantadora que, cualquiera que lo viera, caería en sus encantos; Hoseok se llamaba. Un chico con una personalidad única y adorable que a todos parecía caerle bien. Félix sentía que era inalcanzable y que, el chico jamás se enamoraría de él.
Para su grata sorpresa y después de animarse a hablarle, que aquel chico se enamoró de él. Al principio era como un cuento de hadas donde la confianza y amor no faltaba. Ni se diga la pasión, algo que, Félix jamás había experimentado con nadie.
Pero toda felicidad nunca era duradera, pues aquel chico comenzó a cambiar. Las palabras de amor se convertían en peleas constantes. Los momentos de s**o eran una tortura para Félix, tenía miedo de hacerlo enojar pues, cada vez que lo hacía, lo hacía tan salvaje que llegaba a lastimarlo.
Huir era la mejor opción, pero dentro suyo no quería. Se aferraba a la idea de que, aquel chico cambiaría. Que todo volvería a hacer lo mismo. Grave error.
Pues conforme pasaba los días, todo empeoraba. Los tratos subían de nivel, las amenazas de “abandonarlo” sonaban en cada pelea y con el miedo de ser abandonado, Félix se humillaba rogándole que no lo dejará.
La relación iba mal en peor, los engaños por parte de Fredeck eran cada vez más notorios y, aunque Félix lo sabía, se hacía el loco solo para seguir a su lado. Aunque por dentro moría, su corazón dolía como si clavarán en ella espinas. Cada vez iba llegando al final de pozo cuando Félix recapacito.
― Debemos terminar. ― Con voz segura le hablo a su pareja. ― Ya no quiero estar más contigo. ―
“¿Qué mierdas dices, Félix? ¿Es en serio lo que estás diciendo?” Podía notar la voz enojada y desafiante de Hoseok. No se dejaría intimidar fácilmente.
― Que quiero que terminemos. ― Volvió a decirlo sin ninguna pizca de miedo o nerviosismo.
“Vamos. Félix. No puedes vivir sin mí, siempre ruegas que no te deje, ¿crees que me voy a creer eso?” Escuchar el tono burlón de las palabras le causaban repulsión.
― Lo digo en serio, Hoseok. No te quiero más en mi vida. ― Y sin esperar alguna otra respuesta, tomo la maleta con ropa propia. Se dirigió a la puerta dispuesto a salirse cuando la mano ajena lo detuvo y provoco que lo mirara.
“Si te vas jamás volverás a verme. ¿Es lo que quieres? Mira que ya no tendrás lo que yo te daba y menos nadie podrá hacerte el amor como te gusta.” Una risa amarga le regalo. Jalando el brazo para deshacer el agarre.
― Tienes toda la razón. ― Murmuró acercando el rostro al ajeno logrando que ambos labios se rozarán, que el aliento de ambos mezclándose. ― Eso quiero, alejarme de ti. ― Se separo con una sonrisa juguetona, se volvió a girar y por sin salió de esa casa. Dejando atrás una vida llena de abusos y maltratos.
III. EPÍLOGO
Cinco años habían pasado del trauma y Félix había logrado mejorar, siendo el mismo chico alegre que era antes de la relación. En el año dos mil veintidós volvió a experimentar el amor, pues conoció a Neci; Un chico que le hizo ver lo que realmente era el amor sano y lleno de felicidad, donde no había engaños y menos desconfianzas.
Pero como todo inició, tiene un final y otro capítulo más de su vida había terminado, pero agradecido con Neci, por enseñarle que, si existe el amor sincero y verdadero.