28/06/2024
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OF COURSE SHE'S A GAUNT! HE HAS THE TALENT, YOU SEE? EXPLOSIVE! [ GÉNESIS ]
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El linaje Gaunt era conocido por siempre tener magos y brujas de una grandísima calidad, nunca había ocurrido que algún familiar perteneciente de esta sangre mágica no obtuviera poderes y claro, Charlotte no sería la excepción.
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Sus primeros años de vida no fueron tan confusos como algunos creen e incluso, teniendo en cuenta que los Gaunt destacan por su frialdad… El hogar de la pelinegra estaba lleno hasta el más mínimo rincón de una magia tan cálida que la hacía sentir plena desde que obtuvo el uso de razonar. Pero ¿cómo fue qué dio sus primeros pasos a ese mundo tan fantástico? Charlotte siempre se sonrojaba cuando su madre, Delphini, traía el tema sobre la mesa y lo contaba como una anécdota enternecedora, aunque para ella era vergonzoso de principio a fin.
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Todo inició cuando una pequeña Charlotte estaba jugando en el jardín de su hogar, normalmente una niña jugaría con un gato, perro o hasta un conejo quizás, un animal inofensivo, pero ella atraía las serpientes y le gustaba estar con ellas, además, tampoco les hacía algún daño entonces ¿qué problema habría? Por supuesto, la señora Gaunt se infartaba siempre que encontraba a su hija menor con una serpiente rodeando su pequeño y delicado brazo, pero a través de los meses se acostumbró a tal hecho poco común, el problema comenzó cuando Charlotte insistía de tener una serpiente en su dormitorio cosa que el señor Gaunt no iba aceptar ni tolerar, por ende, como la niña consentida que ella siempre fue… Hizo un berrinche gigantesco que ni su hermano Sebastián, que tanto la adoraba y soportaba, pudo aguantar. Hasta entonces ella no había dado indicios de magia, ni la más minúscula, pero ese día ocurrió, ¿quizás el deseo era tan grande que logró provocar una explosión? No importaba la explicación, Delphini y Anthony no podían creer el caos que había provocado una simple niña de 6 años, ¡había destruido su cuarto sólo porque no la dejaron tener una serpiente! El poder era poderoso, algo digno de un Gaunt, era imposible para Anthony, su padre, no sentirse orgulloso… Pero el castigo lo iba tener de igual forma, no podía tolerar que su hija fuera berrinchuda, ¿luego qué imagen podría darle a su tan cuidadosa familia?
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“¿Eso fue una bombarda, no?” Delphini preguntó a su querido esposo mientras terminaban de poner cada cosa en su lugar y Anthony sólo se encogió de hombros con una sonrisa algo burlesca. “¿Qué más da? Al menos ya sabemos que es Gaunt de pies a cabeza.” Respondió el hombre de cabellos rubios como el oro, Delphini negó con una sonrisa, era claro que su hija había heredado totalmente el talento de un Gaunt, aunque el tema de las serpientes seguía siendo algo muy lejano a ellos, probablemente ese sería un tema que hablaría con su madre, Hyong, cuando regrese de Corea del Sur.
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Charlotte estaba en un rincón de su habitación obviamente castigada mirando la pared, mientras su hermano Sebastián la observaba algo divertido, no todos los días veía a la ‘princesa’ de los Gaunt, un apodo que sólo su abuela le había otorgado, con sus mejillas infladas, roja de vergüenza y molestia a la vez mirando la blanca pared, al final cabo ella aún era una niña inmadura que por fin iba adentrarse por su propia mano al mundo mágico que todo su linaje amaba con tanto orgullo.
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