26/04/2024
Reflexión:
“La vida del hombre es apenas un soplo... En vano se afana. Amontona riquezas sin saber para quién. Y ahora señor ¿qué esperaré? mi esperanza está en ti."
Salmo 39:5-7
¡Tan breve es nuestro paso por es mundo ante la eternidad que tenemos garantizada en Cristo Jesús! Sin embargo, ¡con qué facilidad perdemos de vista muchas veces nuestra identidad y propósito! Demasiadas veces vivimos esta vida como si fuera todo lo que hay, como si sólo hubiéramos nacido con el propósito de producir y consumir. Es cierto que debemos estudiar, trabajar, esforzarnos por ser nuestra mejor versión. Pero no olvidemos que ningún renombre o poseción que logremos aquí nos llevaremos a la eternidad. Dios tiene mansiones preparadas para sus hijos. En Él somos más que millonarios. Vivamos pues como sus herederos. Dejemos de correr detrás de lo que todos corren sólo porque todos lo hacen.
Nosotros nacimos para brillar por Cristo. Somos embajadores de un imperio eterno con un propósito infinitamente mayor que el de la gente que aún considera que este mundo es todo lo que hay.
Centra tu esperanza y propósito en Dios, vive a la altura de quién eres y a dónde vas.
•Nidia Vera•