20/02/2023
Murió Carlos Goberna, fundador de Sonora Borinquen y referente de la música tropical
Cantante y director de Borinquen y pionero de la plena uruguaya, tenía 82 años y más de 40 discos grabados.
Borinquen soy yo!”, bramó alguna vez, una noche de 2019, con los ánimos caldeados por un conflicto que iba a signar los últimos años de su historia, y mientras llevaba adelante la tarea a la que le dedicó casi todas las noches de su vida: hacer bailar a la gente.
Sonora Borinquen, tenía nombre propio, pero nada la definía y la presentaba como él: Carlos Goberna, el hombre que la hizo nacer, que la convirtió en la gran referencia de la música tropical uruguaya y que murió este domingo a los 82 años
Hijo de un canillita y de una costurera, Goberna había nacido en 1940 en Barrio Sur, y empezó a cantar en los corsos barriales cuando era apenas un niño. El sonido de las calles y los tambores de Isla de Flores, lo moldearon y lo construyeron en lo artístico, aunque siempre prefirió el tango y, en concreto, al Mago Carlos Gardel.
“Yo nací cantante, ¡lo de bueno o malo es aparte!”
, mientras evocaba aquel primer micrófono hecho de un palo de escoba y una papa en la punta.
De adolescente pasó por un grupo que cantaba rumbas y flamencos, sacó su propia escuela de samba y luego, advertido de que los tiempos estaban cambiando, hizo su apuesta definitiva: creó una sonora, un conjunto numeroso con trompetas, piano, percusión. La bautizó Sonora Borinquen.
Era 1964. El viaje iba a durar hasta el siguiente milenio.
Borinquen, de la que Goberna fue cantante, director y dueño, se convirtió en la orquesta más longeva de la plena nacional. Recorrió todo tipo de escenarios, desde los más barriales hasta el Teatro Solís o el Auditorio del Sodre, pasando por grandes festivales e incluso por salas históricamente asociadas al rock. Conquistó públicos de lo más diversos y hasta tuvo su propio libro, ¡Hasta la Borinquen!, de Diego Recoba y Agustín Fernández.
La clave de la llamada “Decana” fue su capacidad de priorizar la música, el sonido en vivo, una búsqueda que le hizo resistir las mil transformaciones de las pistas nacionales. Fue la forma con la que logró aportar al desarrollo de un sonido propio, el de la plena uruguaya, un sincretismo de las influencias de América Central con la raíz musical del Cono Sur.
Trayectoria, persistencia, profesionalismo, señorío y diversión. Pareciera que Sonora Borinquen siempre estuvo ahí, haciendo bailar y cantar, poblando desde la radio el aire sonoro del país, creciendo con los uruguayos mientras aportaba a la construcción de una música tropical a la uruguaya”, dijo el músico y docente Ruben Olivera en ¡Hasta la Borinquen!. Es un buen resumen.
Esa trayectoria se hizo con canciones (muchas versiones, también composiciones propias) como “Elena, Elena”, “Yo llegaré”, “La casa de Titi” o “Camionero”. La voz y el olfato artístico de Goberna, que se reconocía como un líder tajante y exigía disciplina en su plantel, persisten en más de 40 discos.
Sonora Borinquen se rearmó y siguió haciendo lo que hizo siempre: calentando las pistas, contagiando a la gente con el carisma moderado de Goberna, el hombre que fue Borinquen.
QEPD Carlos Goberna,