MI DULCE HISTORIA
Mi historia con la cocina viene de muy lejos... de los aromas y sabores de mi infancia entre abuelos gallegos y salteños... despertaron todos mis sentidos creativos... Llegaba a mis oídos el golpeteo de la cuchilla sobre la tabla de picar (que ya con un gran agujero en el centro) atesoro con mis recuerdos. En puntas de pie me asomaba sobre la mesa para ver el arte de picar de mi
abuela o el arte del amasado de mi abuelo de bizcochos y galletitas. El sonido de los buñuelos de mi abuela dentro del aceite, el burbujeo lento del tuco de mamá, el sonido de las brasas de la parrilla de mi viejo... Los vapores, los aromas, la música de todas y cada una de las cocinas, inclusive la de una tana hermosa que me hacía ñoquis de verdura que jamás volví a probar nada igual. Mi cocina es un laboratorio de creatividad, si bien la pastelería es tan perfeccionista, todo medido y calculado...para mí es un arte de creatividad, experimentación, aromas, música... Donde entran y salen mis cuatro hijos picoteando mientras yo experimento con los sabores y los colores como un lienzo en blanco donde todo es válido... Será porque también pinto y soy artesana y la pastelería reúne todas las artes creativas. Muchos creen que no se puede crear solo medir y pesar, pero no es cierto...quienes crearon las recetas que preparamos... experimentaron primero. Me encanta preparar las mesas donde la comida es un abanico de colores y sensaciones, pensando en los gustos y la historia de la persona que va a recibirlas, es emocionante pensar en cada detalle que se verá reflejado en su rostro cuando presencie el agasajo. Hace muchos años que cocino, aunque tengo que confesar que a los nueve años no alcanzaba a la alacena y no tuve mejor idea que interrumpir una conversación entre mi vieja y mi tía, de parloteo infernal, al terminar los pastelitos necesitaba azúcar impalpable (mi mamá los espolvoreaba así) en la ferviente charla me dio bicarbonato, en resumen... mi papá con aspiradora en mano los salvó. Por último y sin dejar de ser muy importante Candy Cakes lleva ese nombre debido al amor de mi hermana Candela (cuando era chiquita y aún hoy le decimos Candy porque es muy dulce) ella siempre me inspiró, estuvo alentando mis sueños, me acompañó en mis travesías... Y Cakes....está de moda. Espero que se animen a recorrer el camino de los sentidos con mis sabores.