23/03/2023
Nadie es mejor que nadie
“La grandeza no está en ser el centro de los focos, sino en ser el foco que alumbra”
Pensar que no eres mejor que nadie ya te hace mejor que muchos...
No sé si serán los años, las experiencias acumuladas o la visión más despierta, pero cada vez llevo peor el desatino de egos. Cada vez soporto menos el ridículo que se atreven a hacer algunas personas por atraer un poco de atención y ser el centro de todas las miradas. Les encanta ser las protagonistas de cara a la galería, mostrar y demostrar que son las únicas estrellas en el firmamento.
Por mucho que intente entenderlo, me causa pavor el ver como se puede llegar a límites insospechados de soberbia y vanidad. Caminar con aires de grandeza insinuando estar por encima de los demás. Como si al final de los días eso fuera a importar, como si el último día de sus vidas les fueran a abrir las puertas del cielo y darles un lugar preferencial.
Nadie es mejor que nadie ni está por encima de nadie, o como quieran llamarlo tengan en su biografía acunulada de años de empirismo. Pues la educación, la elegancia, el respeto a los otros o la humildad de reconocer los propios errores, no son asignaturas que formen parte de ellos, son valores intrínsecos al ser humano. Y estos se tienen en esencia y se deben cultivar.
El narcisismo, o poner el foco extremadamente en uno mismo, lo único que me evoca es una carencia feroz de autoestima. Quién es bello por dentro y por fuera no necesita manifestarlo. Quién es auténtico no necesita fingir ningún papel. Quién se quiere y se ama plenamente, no necesita la adulación de los demás, simplemente trata de aportar valor y ser de utilidad en la sociedad, y en el trabajo que realizan a diario.
Lo cierto es, que tras esa necesidad excesiva de admiración subyace una pobreza interna de amor a uno mismo. Personas vulnerables que se esconden bajo la máscara de la seguridad, cuando en realidad son completamente inseguras y miedosas. Tienen miedo a mostrar su verdadero “yo” y es por ello que han construido un personaje ficticio y perfecto con ansía extrema de reconocimiento externo.
Si eres una estrella sabrás brillar e iluminar, no necesitas apagar la luz de las otras estrellas. Si eres una estrella sabrás respetar a los de tu alrededor, y sacar lo mejor de ti, sin miedo a quedar en un segundo lugar y perder los focos que te puedan alumbrar, y ayudar al otro a crecer.
Nadie es mejor que nadie, es una máxima que he aprendido y que jamás deberíamos olvidar, ni en el ámbito profesional, ni en el personal.
Así que, menos egos...
Y más amor, pasión, dedicación, compromiso, estudios, sacrificios y disciplina.
Martín Holownia Cocinero Profesional