16/12/2023
Llegó el momento del adiós👋
Ayer fuimos convocados nuevamente a la escuela 123 de El Peligro para la fiesta de egresados, pero no fue un evento más. Luego de 12 años le ponemos fin al servicio de cátering, un emprendimiento que nació como un servicio de pizzas y que poco a poco fue creciendo hasta convertirse en algo más profesional, donde hicimos casamientos, cumpleaños de 15 y hasta eventos multitudinarios de la Municipalidad de La Plata.
El desgaste me hizo tomar esta difícil decisión y no descarto en un futuro volver, pero por ahora dejamos los cátering con la satisfacción de haber dejado todo siempre que fuimos convocados.
Se que si digo nombres propios de alguno me olvidaré, sin embargo es necesario intentarlo porque sin todos ellos hubiese sido imposible hacerlo.
La cocina integrada por genios totales, Fernando, el gran jefe de cocina que sin dudas fue el responsable de animarme a ir por más, porque si el me decía "dormí sin frazada" yo sabía que la cocina estaba resuelta sea cual sea el menú. Giuliano y Nico, dos chefs con todas las letras y grandes personas y amigos, Lucas que se puso al hombro la cocina cuando Fernando no estaba y lo hizo de maravilla y este último tiempo Matías y Claudia, que se hacen cargo de cualquier situación y la resuelven a la perfección.
El equipo de mozos que ponían la cara con los invitados y nunca decepcionaron: Luli, Lucía (como no nombrarlas primero si estuvieron ahí desde el comienzo), Micaela, Martina, Lucas, Lautaro, Guillermina, Pilar, Candela, Alan, Ezequiel, Julián, Agustina, Julieta, Catalina y tantos otros que fueron pilares fundamentales.
Párrafo aparte para los polifuncionales que estuvieron siempre, Alanis y Tomás, genios totales y grandes personas a quienes pude agradecerles en persona en el evento de ayer.
Mi familia, que estuvo siempre al pie del cañón en el detrás de escena, mi mamá y mí papá que hicieron sin duda que al llegar a todo evento esté todo en orden (incluso a veces con eventos ya en marcha ellos estaban para mí). Roxana, mi compañera de vida que fue mi gran sostén hasta el último momento y sin ella hubiese sido imposible, desde la previa, durante y después de cada evento.
Mi hijo, que a pesar de robarme las fetas de queso mientras hacíamos los chips el se portaba bárbaro y acompañaba.
Y otro párrafo aparte para Marilina, mi hermana, que desde el primer al último evento siempre estuvo ahí en estos 12 años. En la previa consiguiendo los mozos, y durante los eventos manejando el salón de una forma súper profesional y eficiente.
Por último a los clientes que siempre confiaron y muchos de ellos incluso fueron recurrentes y publicitadores del servicio.
Con un n**o en la garganta a todos ustedes les digo gracias, gracias y mil gracias. Fui muy feliz.
Seguiremos alquilando vajilla porque los eventos ya son parte de mi vida y es imposible correrse.
Los quiero mucho, Neri Del Favero.
