30/03/2023
✴ TE ACORDAS? ALGUNAS COSAS CAMBIAN PARA BIEN, Y OTRAS...
Cuando eras chico, las clases comenzaban la primera semana de marzo y terminaban la primera de diciembre. Teníamos un feriado largo para Pascua y las vacaciones de invierno las dos últimas semanas de Julio.
Las fiestas patrias se celebraban el mismo día y si era domingo, el viernes anterior, las dos últimas horas de clases. Y ensayábamos con mucha alegría. Había algo raro también: las maestras no se enfermaban, no recuerdo que las maestras faltaran dos días seguidos y si así ocurría, nos dividían en grupos con las señoritas de los otros salones.
Si la maestra te retaba, no te convenía decir nada en tu casa porque seguro te volvían a retar y te comías un castigo.
Ni la lluvia impedía faltar a la escuela, porque era como tu segunda casa, daban ganas de ir.
El maestro se respetaba, era como si te retaran tus propios padres.
Había dos recreos, uno cortito y el laaargo de 25 minutos. Las maestras tomaban café en la cocina y no nos cuidaban en el patio porque sabíamos qué podíamos hacer y qué no; más allá de una rodada jugando a la mancha no ocurría.
Era un honor llevar y traer el libro de registro, buscar el mapa mundial en la dirección, pedir tizas o tocar el timbre. Nos turnábamos para borrar el pizarrón y sacudir los borradores y también era un honor llegar temprano. Cuando festejaban los cumples, nos hacían pasar adelante y toda la escuela nos cantaba.
Qué alegría enorme era contarle a mamá "fuimos a la bandera " .
Jugar a la rayuela, al elástico, a la payana, a la mancha, a las bolitas, a las figuritas, a la tapadita, tomar distancia en la fila...
Nos enseñaban que Sarmiento, San Martín, Belgrano hicieron grande a la patria y que Colón descubrió América buscando las Indias...
No sé cuándo las cosas se invirtieron tanto...
A veces ver el pasado recuperando sus valores nos puede hacer crecer y llevar hacia un futuro mejor.