23/07/2024
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PASTICCERIA E CIOCCOLATO COMO MANDAN LOS CÁNONES
Hoy es el día ideal para escribir una nota dulce, como la amistad misma y acabamos de probar algunos esporádicos productos de una de las mejores manos en Santa Cruz para manejar el dulce, no solo como persona sino como chef pastelera y de repostería, joven profesional y profesora de la mejor escuela gastronómica de SCZ, la UDI.
Su nombre la delata como de origen “tana” pero ya es camba por los cuatro costados, se trata de Claudia Cerusoli, que además de estar en las aulas, tiene su propio establecimiento de “pasticceria e cioccolato” que lo ha bautizado con su propio nombre “Cerusoli”.
Tuve la suerte de conocerla en el “Cooking Show” que organice para los vendedores de los productos gastronómicos de Philips en Los Tajibos, allí conocí a una mujer joven, dinámica y resolutiva, con una gran dosis de innovación y como dicen los franceses de “ savoir-faire” así no es raro que Fernando Catalán la fichara para los paraninfos gastronómicos de la Universidad del Desarrollo y la Innovación UDI.
La especialidad que domina, como manejar a ciegas, son los pastelitos de origen italo-argentino, como facturas y otras fruslerías, además de ser una autoridad en el arte del chocolate.
En RFG hemos tenido la suerte, de que entre por la puerta del comité multidisciplinar gastronómico de H Q P, cuatro productos que ella hornea y adereza. Dos tipos de media luna, la tradicional y la rellena de dulce de leche, el alfajor de maicena, y la pastafrola.
Se conoce como pastafrola una tarta artesanal típica de origen italiano que ha adaptado la gastronomía de argentina como referente dulce para celebrar los feriados. Esta masa cubierta con dulce de membrillo, aunque también hay variantes con dulce de batata y de guayaba, de Cerusoli está muy por encima de la media, ni mas ni menos ni menos ni más, en el punto justo y un equilibrio realmente asombroso de todos sus componentes.
El Alfajor, el dulce típico argentino mundialmente conocido, viene a ser una forma redondeada relleno de crema dulce, normalmente dulce de leche. Los hay cubiertos de chocolate o como los que hemos probado hoy, que se denominan de maicena, pues la masa de harina de maíz que está horneada quedando muy suave al paladar. En este caso, de nuevo, nos encontramos con el equilibrio, donde la saturación empalagosa que algunas veces este producto tiene no existe en los productos de Cerusoli.
La estrella del cafecito que los evaluadores con el cual maridaron estas glorias benditas de Claudia, fueron sin lugar a dudas las Media luna de manteca, son facturas argentinas, tal vez la más tradicionales, de masa suave y sedosa que superaron incluso a algunas que he probado en la capital porteña, en cafeterías muy emblemáticas de barrios como San Telmo, Palermo o Recoleta. Una media luna sabe a poco y estaban deliciosas y bien mesuraras que el lema podría ser “cuatro por una y seguirás deseando más”.
En fin, para hablar de dulce creo que tengo cierto criterio, mi abuela tenía con sus hermanas la afamada pastelería “PIERA” de Terrassa Barcelona, de niño al salir del cole me dejaban allí todas las tardes, y podía comer lo que me viniera en gana desde las galletas “Príncipe”, a los pasteles “Montblanch” a “la coca de llardons” y mojar en las ollas de chocolate unos “Melindrus” recién salidos del horno.
O sea que hablar de dulce, si bien ya estoy saturado, sé de que hablo, y el de Cerusoli está a nivel de antaño, “ni más ni menos, ni menos ni más, en su punto justo” que es lo más difícil de manejar en este arte de la confitería, repostería, dulcería, bollería, panadería… o como quieran llamarle. “Sovramagnificentissimamente”.
CERUSOLI - pasticceria e cioccolato
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