17/09/2019
Nuestro patrón se poseciono sobre el pequeño acopio de carbón que había y en voz alta se dirijio a todos sus empleados
"debemos completar la camionada o de lo contrario no habrá plata para estas fiestas patrias" la cosa está mala y si no les gusta agarran camino no más, y a paso raudo tomó el pato (lámpara de carburo) fue el primero en internarse en la goteante galería. Los 4 colegas nos miramos uno a los otros DON CHEMO miró al cielo y murmuró: dame paciencia mi Dios, y siguió los pasos del dueño del pirquen.
DON YAUPE con un suave silvido entonando una canción ranchera fue el siguiente.
EL TORRANTE como le llamábamos al joven que llegó a la faena de origen desconocido de mal carácter y aniñado como el sólo.. Luego de desahogarse mencionando un sin fin de groserías al viento que hacían eco en la húmeda y silenciosa montaña, lanzó un escupitajo al piso "chemimaere" y bruscamente posó las herramientas en su hombro invitándome "vamos wnn" a quien seguí a paso ligero....
Durante 48 horas se trabajo sin parar hasta completar la meta, el camión de 8 toneladas estaba citado para el jueves a medio dia y el hombre era puntual. Mientras nosotros corríamos de un lado para otro picando, traspaleando, carretillando, llenado el carro y girando el malacate.
Hasta que apareció el viejo cacharro, una carpa que cubría el motor hacia de capot, unas tarimas de tablas y un bidón de bencina amarrado sobre la defensa de la carroceria adornaba ese ford 700 año 67..
Entre todos ayudamos a cargar y emprendimos viaje sobre la carga hasta Curanilahue, a tomar se a dicho mierd.. grito el torrante, mientras nosotros nos reíamos a carcajadas.....
Ya en el pueblo, en la tarde nos reunimos en la casa del jefe, llegamos todos cacharpeados y una vez remunerados nos fuimos a las ramadas. Empezamos con la chicha en cacho, luego el cinzano, la grapa, vermut, poche y poco más recuerdo..... Don lulo gritaba sus números, otros invitaban a tirar a los tarros, música y la lluvia cada vez más intensa....... Mis colegas habían marchado a sus hogares, solo quedaba el torrante que a cada rato tenía que separarlo de algún altercado y cada vez que le hablaba enérgicamente me respondía, yo soy solo estamos o NO..... Esa fue la última vez que lo ví, las fiestas patria acabaron, la faena continuó y nunca más se supo DEL TORRANTE, algunos dicen que volvió de donde había venido, otros que lo vieron caer al caudaloso río, algunos aseguran ver como tiraban desde el puente cimbra un cuerpo sin vida. En fin.... A pocos meses ya nadie recordaba al desaparecido hombre , en el pirquen llegamos a trabajo viejo y nos vimos obligado a cambiar de patrón,,,
Los años pasan, la explotación de carbón continúa y cada vez que llega septiembre creo ser el único
Que recuerda a Victor Tiznado
EL TORRANTE.