20/11/2016
VALE LA PENA COMPARTIRLO...
Ya te la llevaste a la cama; ya se termino todo el interés, ya te da igual buscarla o que ella te busque, ya no te importa si te llama o escribe.
No eres insistente, ya no le preguntas "¿cuándo te voy a ver?".
Lograste lo que querías, una noche con un cuerpo nuevo, una más en la lista y deseo saciado y ya...
¿Dónde quedaron todas esas terapias de: "me encanta como eso te queda", "si yo pudiera estar con una mujer como tú", "todos no son iguales, es que aún no estás con uno como yo", "yo no soy igual", "yo no haré eso"; que más da ya no vale nada esa mujer.
Te apesta y te es aburrido el que ahora ella sea la que esté detrás de ti, porque se abrió, confió en ti y en todo lo que dijiste, pero no fuiste tan hombre como para cumplir cada una de las cosas que ibas creando en tu mente solo para que fuera tuya. Ya no la celas, mientras menos te escriba mejor, quieres salir y ya no es con ella.
Pero siéntate, piensa; si estuvieras en su lugar, y supieras que el hombre solo quiere comerte y dejarte, y quieres creer que no todos son iguales, y le das la oportunidad a uno pensando que será diferente.
Entregando todo, dejando todo tu cuerpo y alma al desnudo, dejando todos tus miedos, deseos, sueños y secretos abiertos.
¿Cómo te sentirías si luego de abrirte tanto con una persona, esa persona se va como si no fueras nada? O te ignora?
¿Piensas que es correcto seguir disfrutando de noches locas?
¿Es correcto usar a una persona que no te está haciendo daño y que tú eres quien llega a su vida como lobo disfrazado de oveja?
Mejor piénsalo dos veces antes de seguir con el juego de prometer, ilusionar, enamorar, comer e irte.