23/05/2023
Palabras de catálogo de la exposición IB p/A, de Ricardo López Drago.
Algo más.
“Con el corazón en las manos, como un pelegrino, que abona con la creación su destino; vi surgir y desarrollarse a este joven creador, oriundo de Regla, esa hermosa tierra”.
Para mí, que lo he visto crecer; me parece increíble cómo ha ido venciendo tantas etapas sin temor a los obstáculos y a los esfuerzos. Y es que Ricardo, como siempre lo llamamos; parece tener un pacto sagrado con la madre naturaleza que lo ha dejado ir y venir tantas veces como él quiera por las cristalinas y misteriosas aguas de su amada bahía. Sin interrumpir su andar, para asistir a cursos, eventos, encuentro y a cuantos espacios de superación y creación se produzcan. Siempre con la finalidad de desarrollarse en su consagrada profesión. Y esto, tal vez sea uno de los más orgánicos y sólidos principios que le han ayudado a cristalizar su hermosa labor artística. Hoy, fruto de esta conjugación Ricardo López Drago, también va por los acertados caminos en la búsqueda de un lenguaje propio y reconocible, que lo identifiquen sin escatimar esfuerzos. Como un caracol que traslada constantemente su morada, para enseñarnos a su paso las huellas de lo ya conocido. Hurgando en los temas y recursos expresivos de su labor artística, podemos encontrar una fluida y representativa propuesta creativa que va más allá de los límites de una obra enmarcada con el uso de una sola técnica. Para él, no hay temor a las apropiaciones, al uso de la fotografía, a las mezclas de ambas en un mismo espacio representativo. Conjuga elementos, los ordena, nos propone constantemente y nos hace pensar que cada uno por sí solo posee un alto valor simbólico; capaz de adueñarse del tema central sin darnos cuenta de sus múltiples variantes. También, merece la pena fijarnos detenidamente en el importante valor del uso del color, los altos contrastes y todo lo relacionado con el dibujo o el perfil de la iconografía de cada tema. Para este artista no hay límites ni senderos oscuros. Todo queda claro, definido y bien representado. No hay tampoco, ángulos desdibujados ni limitados, existen con jerarquía propios. Cada trabajo que Ricardo nos entrega , en esta o en otras exposiciones, también muestran el resultado de una valiosa conjugación ideo-estética, fruto de la alta sensibilidad y apego a su profesión o cualidades humanas; donde ayudar , mostrar y entregar bondades, son algo más que sus liberadores principios éticos.
En esta ocasión no se aleja mucho de propuestas anteriores sino que trasmuta las mismas preocupaciones sobre problemáticas actuales en una nueva figuración que busca transmitir necesidades básicas de la humanidad como la libertad de derechos, la alimentación, la paz mundial, etc. Refiriéndose a conceptos que datan del antiguo Egipto, Ricardo propone el proyecto Ib, término que significa (según las escrituras antiguas) la sede de la conciencia, memoria, inteligencia, imaginación, valor, fuerza vital, el corazón moral, el vínculo entre la tierra y el cielo. En tanto Haty era el corazón físico, anatómico. Significa literalmente “lo que está adelante, el pecho”. Ib era el corazón metafísico, Haty su poder. Y es con estos basamentos ideo - estéticos que nuevamente se dispone a transmitir su concepción del mundo que lo circunda. Este proyecto, considerado como P/A (Prueba de Artista), terminología usada frecuentemente en el circuito de la gráfica, es precisamente eso, un análisis que realiza desde la presentación al público de una selección de bocetos, maquetas, proyectos, etc., de lo que en un futuro pretenderá ser el Proyecto Ib B/T (Buena Tirada), con las obras finalizadas y mejoradas a partir de los resultados obtenidos del análisis valorativo de la interrelación artista-obra-público.
Cercanos ya a este nuevo acontecimiento y festejándose sus incuestionables progresos, demos paso a otro triunfo conquistado por quien lucha y se propone hacernos sentir en cada propuesta entregada, una parte de su corazón.
Raciel Feria