06/04/2024
NOMBRE SOBRE TODO NOMBRE
“santificado sea tu nombre” Mateo 6:9
La siguiente expresión en la oración que Jesús enseñó a sus discípulos es Santificado sea tu nombre, el nombre de Dios es santo, porque Él es santo, no hay nada más limpio, más grande, más poderoso y más fuerte que Dios y cuando santificamos su nombre, le estamos dando gloria y alabanza en medio de nuestra oración.
El nombre de Jesús es nombre sobre todo nombre, como dice la escritura en Filipenses 2:9: “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre”, esta escritura habla del sacrificio que Jesús hizo por cada uno de nosotros, humillándose hasta lo sumo y a través de ese sacrificio y humillación Dios lo exaltó a lo más alto y le dio ese nombre que es sobreTODO nombre.
¿Qué significa santificar el nombre del Señor? Significa que su nombre está por encima de todo lo demás, si hay enfermedad, su nombre está sobre la enfermedad, si hay tristeza su nombre está sobre la tristeza, el nombre de Jesús está por encima de la angustia, del temor, del sufrimiento, del dolor y cualquiera que sea el nombre de nuestra aflicción, el nombre del Señor está por encima de todo.
Cuando comencemos a orar, empecemos a declarar los nombres de Jesús, santificar su nombre es proclamar que Él es nuestro libertador, nuestro sanador, nuestro amigo, nuestro protector, nuestro refugio, nuestra torre fuerte, nuestra roca eterna, nuestro Padre, alabamos al Señor porque Él es santo, justo, sabio, único rey de reyes y Señor de señores, exaltamos su grandeza, su bondad, recordamos todos sus atributos su omnipresencia, omnipotencia, y omnisciencia, declaramos que Él está por encima de todo.
Descubriremos que en la medida que vamos reconociendo la grandeza de Dios. diciendo cada uno de sus nombres, las preocupaciones y peticiones se irán quedando en un segundo plano, porque cuando declaramos quién es el Señor para nosotros y nuestros oídos lo escuchan, las dudas se disipan, la angustia disminuye, llenamos el corazón de nuevas fuerzas.
¡Padre del cielo, santificado sea tu nombre!