26/07/2021
Es difícil sabernos gestores culturales en una sociedad donde lo último que se consume es arte, o mejor dicho donde lo último que se paga es el arte. Más difícil es sabernos en un medio ambiente donde el sector público te pone el pie en cada esquina.
El 4 de Mayo de 2020, año de pandemia, fuimos notificados vía correo electrónico sobre una INSPECCIÓN LABORAL FOCALIZADA del Ministerio del Trabajo Ecuador específicamente de su funcionaria ROSA MERY GUILLÉN ORDÓÑEZ quien funge como dura de los Inspectores. En este correo se nos solicitaba información y documentos debido a una solicitud interpuesta por la liquidación de un ex trabajador del Museo con muchos contactos en lo público.
Dos días después, el director financiero del 1865 envía toda la documentación, respaldos y justificaciones solicitadas por ROSA MERY GUILLÉN ORDÓÑEZ. Su respuesta fue favorable en un principio y por la tarde un funcionario del Ministerio de nombre JOSÉ FLORES nos contactó para explicarnos que todo estaba correcto y que solamente enviemos la captura de la liquidación de nuestra ex administradora. Nos explicó que existen casos con malas intenciones de empleados que buscan dejar demandas pendientes y este era uno de esos al parecer.
Un mes después, 16 de Junio, fuimos notificados de una multa por casi 1500 dólares por parte del Ministerio de Trabajo a la que inmediatamente respondimos vía telefónica. En esta llamada realizada a ROSA MERY GUILLÉN ORDÓÑEZ se nos informó que la funcionaria no había leído el correo y habíamos tenido 3 días para enviarlo, hecho por el cual estábamos siendo sancionados. ROSA MERY GUILLÉN ORDÓÑEZ nunca nos contestó y de nuevo el otro funcionario nos dijo que nos quedemos tranquilos, que ya está remitida la información y que se cierra.
Un año después en julio 2021 el Ministerio de Trabajo vacía todas las cuentas del Museo Rock Ecuatoriano pertenecientes a SEBASTIÁN DE TRINIDAD MOSCOSO por Orden Judicial. Nos comunicamos con el Ministerio, nos contesta ROSA MERY GUILLÉN ORDÓÑEZ y nos dice que nunca leyó, que sí se acuerda pero que ya nada, que vayamos por lo legal si queremos y podemos.
Ha sido un año de llevar lo más responsablemente posible un sinnúmero de deudas que nos generó el cierre del establecimiento, el gasto energético de intentar ordenar nuestras finanzas para pagar poco a poco a todos, demandas de personas que quieren un tajo más y ahora también el Estado les da la mano a personas malintencionadas que siguen trabajando en el ambiente cultural como si nada hubiese sucedido.
Los que componemos aún el ideario del MUSEO ROCK ECUATORIANO 1865 nunca hemos buscado el apoyo ni la mínima ayuda de alguna entidad pública para solventar nuestros gastos, nuestro cierre o la cola de deudas que se generan, nunca. Nos hemos puesto fuertes y hemos pagado con nuestro sudor cada centavo y en este caso seguro haremos lo mismo si no hay otra solución.
Nosotros seguiremos inquietos buscando cómo hacer para abrir escenarios, para que conozcan a un nuevo artista, para recordar a los que ya no están con nosotros e hicieron historia. Pero si no empezamos a trabajar sobre alguna vía de visibilización de lugares, ideas, personajes que son aportes reales y directos al crecimiento cultural del país, no podremos impulsarnos como sociedad.
El Jaime Guevara ya nos los dijo hace tiempo: “El Museo no es una casa, el Museo somos nosotros”. Y aún creemos en eso.
COMPARTAMOS LA INJUSTICIA A LA CULTURA!