La pasión por el baile inició hace unos 30 años, cuando un paseo casual entre amigos se convirtió en una revelación para Araceli Castaño. Desde una balconada sintió la emoción que brotaba de una popular sala de baile en la ciudad de Madrid. Fueron sus primeros pasos de “cha-cha-chá”, pero una experiencia tan enriquecedora a nivel personal que hoy en día es parte esencial de su vida y te invita a que la hagas parte de la tuya.
Entrar al mundo de la danza es el descubrimiento personal de una nueva forma de expresión corporal. Desde el momento en que se forma parte de un grupo de baile es abrirse camino a una familia. Cuando Maxidancedaba sus primero pasos éramos solo unos aficionados que disfrutamos de estar en la pista, de visita en comunidades para presentar un modesto espectáculo.
Seis parejas compartimos aquellos inicios donde la mejor paga era la vivencia, el compartir experiencias en cada lugar visitado y absorber lo máximo posible de su gente.
Con el tiempo ganamos conocimientos y destrezas técnicas, surgió la iniciativa que le dio forma a todo: crear un centro de baile. De esa manera en el año 1992 nació MaxiDance, una aventura estupenda que iniciamos con cinco parejas de baile. En la actualidad se ha convertido en toda una comunidad social.
Si estás en nuestra familia vas más allá de aprender pasos de baile en los diferentes géneros y estilos. Estar es involucrarse en una filosofía orientada a la trasmisión del sentir humano a través de los ritmos, de acercarse a las personas y compartir los sentimientos.
MaxiDance es más que un hobby. Empezamos a surgir y nos contagiamos con el exótico tango, un trabajo incansable que resultó en exitosas presentaciones públicas, y queaún nos valen como reconocimiento en el entorno dancístico.
A medida que nos adentramos cada vez más al mundo del baile, emergía mayor inquietud por sus géneros, por lo que entramosen la línea del baile tradicional.
El compromiso fue cada vez mayor mientras descubríamos nuevos ámbitos de las exhibiciones de danza. Aprovechamos entonces la coyuntura de la creación de la Asociación Madrileña de Baile de Salón para realizar los cursos de profesor desde el nivel básico hasta el avanzado.
Tras incursionar al ámbito de las competencias de salón, en la que estuvimos casi ocho años, el grupo principal pasó por una de sus etapas más difíciles, lo que forzó un periodo sabático. Sin embargo, como la vida misma, el baile es pasión y superamos una serie de obstáculosyencontramos en la colaboración con otras escuelas la manera de mantener viva la emoción por el baile.
En el año 2006 la disciplina empezó a ser reconocida como deporte, convirtiéndose en profesional. Debido a ese cambio, nosotros nos aventuramos en los eventos competitivos, donde Araceli Castaño se convierte en una importante jueza.
Posteriormente entra a formar parte de la Comisión Técnica de la Asociación de Baile Deportivo, lo que le forzó a dejar la pista como bailarina activa durante al menos dos años. Sin embargo, esta experiencia le permitió transformar su filosofía sobre el baile y nutrir cada vez más el desarrollo e impulso de la academia.
Seguimos inspirando a nuestros alumnos
Ya han pasado tres décadas desde que nos aventuramos en este proyecto y todavía se mantiene intacta la emoción por el baile. Aquella ilusión ingenua se ha convertido en un estilo de vida, no solo desde el punto de vista personal sino de toda la comunidad que ahora forma parte del programa académico de MaxiDance.
Un cuerpo directivo y staff de profesores debidamente capacitados en los diferentes géneros se han dado la tarea de transformar la práctica del baile como un ejercicio para convertirlo en una forma de convivencia e interacción emocional.
Porque no se trata solo de una escuela, es una comunidad social que se vale de los ritmos musicales para expresar sentimientos y placeres, conectar con las personas y conformar una gran familia en torno a una misma pasión, el baile.
Esa es la nueva filosofía del baile que ponemos en práctica en MaxiDance en cada clase, la inspiración por la vida, el disfrute del momento, el crecimiento personal y los sueños compartidos.
¡Porque no enseñamos a bailar, enseñamos a expresar la emoción del ritmo!
Descubre como vivir la experiencia Maxidance
www.maxidance.es