27/10/2024
JINETES DEL LUCERO
Al transcurrir la noche,
en la penumbra triste
de esta ciudad eterna,
en sueños me aparecen las sombras
de viejos y queridos amigos,
que, por desgracia, partieron.
Tras tomar un trago largo
por mi sed y la de ellos
y después de un hondo sueño,
luces me hacen despejar mis dudas
con la lección aprendida de la vida,
toda ella, resumida en un pañuelo.
Vuelvo a quedarme perdido y solo
y buscando en las telarañas
del tiempo y del olvido,
explota de nuevo la melancolía
recordando juegos, andanzas,
prohibidos y viejos anhelos.
Jinetes del lucero,
hermanos de la noche,
en mi corazón están presentes,
Albita, Andy Mendoza,
Bruno Arrojo y otros muchos,
guardianes de recuerdos.
Cuando me quedo solo,
mamado hasta el cogote
en el humo de algún tugurio viejo,
puñaladas de nostalgia
penetran en mi garganta,
en esa, donde se escapa el aliento.
Y en mis ojos borrosos, rojizos,
se reflejan mis amigos,
salvando mi angustioso miedo,
espeso de amargura en copa de vino.
Y aunque intento hablarles, cantarles,
ni palabras, ni canciones poseo.
Jinetes del lucero,
hermanos de la noche
en mi corazón están presentes,
Quique San Francisco, Phillippe,
María Pineda y otros muchos,
guardianes de recuerdos.
Y voy a comprobar ahora, cuándo
ha de llegar el final implacable,
de una vida, con creces vivida;
que mucho del todo de mis deseos,
se resbaló, veloz, de mis manos
como el agüita que llueve del cielo.
Y esa diosa vida, a la que tanto quise,
verdadera cómplice en mis empeños,
con sosiego, me estará aguardando
para fundirse en mi como acero
y ya en uno, también fusionarnos,
con ellos, nuestros jinetes del lucero.