En todo ese intervalo, tres lustros nada menos, da tiempo a que se deshagan cien matrimonios consolidados, a que desaparezcan dos docenas de salas de conciertos, a que 091 decidan volver de su ostracismo con más brío que nunca o hasta a que nos dejen definitivamente dos mitos de nuestra adolescencia como Lou Reed y David Bowie. Echando la vista atrás, de algún modo siempre hemos estado ahí; inclus
o durante aquel lapsus en hibernación fruto de la crisis de este sector tan seductor y tan p**o al mismo tiempo. Y es que este bicho, o se lleva en las venas o te acabas rindiendo. Aunque tampoco habría resultado una deshonra colgar la mochila definitivamente. Un descanso eterno. Nada de saltos sin red. No, va a ser que no; ni por asomo. Al final es como la he***na (esa que nunca mató a Lou Reed, volviendo al mito). Adicción, pura y dura; al olor del vinilo recién abierto, a los acoples de las pruebas de sonido y a las largas esperas en la puerta de cualquier sala perdida, tiquetera en mano y con el bolsillo temblando. Haciendo un balance, siempre estuvimos justo ahí, cerca de muchos de vosotros y vosotras. En el Primavera Sound, cuando aquello todavía era un bostezo de modernidad asentado en el Poble Espanyol; en las excitantes giras de artistas como Steve Wynn, Big Soul o Thalia Zedek; en aquel disco homenaje a Echo & The Bunnymen (Play The Game) que dimos en mano al mismísimo Ian McCulloch o en este otro recopilatorio repleto de versiones de The Church (Bajo un cielo prehistórico) que editamos no hace tanto. Sí, el de las bandas de tercera fila, que es precisamente el lugar en el que mejor nos lo pasamos. Mirando todo con perspectiva, ahí queda todo un rosario de discos excitantes editados bajo la rúbrica de esta santa casa: Malahora, Del Ayo, Anders Parker,Una sonrisa terrible… Y viéndolo con los pies en el suelo y sin girar la cabeza atrás, tampoco podemos quejarnos de lo que hemos lanzado durante este último año: Coppermine, Hidalgo, y ahora, El Imperio del Perro… Durante estos 15 montamos conciertos, hicimos radio, repartimos revistas, desarrollamos promoción de artistas y hasta diseñamos con nuestras propias manos el artwork de algunos de aquellos artefactos sonoros que con tanto apego guardamos en el corazón (y en las cajas del almacén). Vamos, nada que no hayan hecho otros antes. Aunque para nosotros haya sido siempre de lo más especial. Y volvemos al principio… Con la que está cayendo, todavía tenemos llama para encender la mecha de un aniversario. Sin nostalgia, aunque con la lección aprendida. Y hemos decidido celebrar esta edad tan adolescente -la misma que una vez sirvió de grito generacional a aquella España rancia de El Dúo Dinámico- con una serie de actividades que tendrán lugar a lo largo de todo 2016. Una de ellas es el Ciclo Cardioide, una serie de conciertos que tendrán lugar mayoritariamente en la sevillana Sala La Calle. Bolos con los que pretendemos seguir empujando al personal dentro de este vagón de metro atestado y siempre a punto de salir echando hostias que es la escena musical española. Os recomendamos que echéis un ojo al listado de grupos que hemos confeccionado y que si alguno no os suena de nada, que intentéis hacer el esfuerzo por rastrear su música por los canales habituales. Probablemente os llevéis más de una sorpresa sobre las tablas. Porque Dios está en los detalles, o eso dicen. Y no existe nada más gratificante que la espeleología, sobre todo la musical. El simple hecho de lograr que algunos y algunas descubráis un par de nuevas bandas favoritas, ya nos serviría para plantearnos aguantar otro tirón más. Por lo menos hasta llegar al 20 aniversario. Muchas gracias por compartir esta locura con nosotros.
