17/08/2021
Las dos últimas bodas se han diferenciado de algunas otras, por la complejidad y la carga de trabajo que hemos tenido y, no es que no trabajemos en todas las bodas, porque nos implicamos a tope en cada una de ellas, sino por el perfeccionismo de Matías, hace dos sábados y por todo lo que tuve que hacer para convencer al cabezota de Javier, para que me hiciera caso, este sábado pasado. Fue una boda muy “especial” y tanto Javier como Carmen y todos nosotros estábamos agotados pero, al final, todo resultó maravilloso.
Hace dos días llamé a Matías para decirle que me acordaba mucho de él y que, ahora, repasando todo, estaba encantada de como salió su boda, que tanto trabajó, de todo lo que me ayudó enviándome el Diario oficial de JJCM, para estar al tanto de las normativas, en fin......de todo.
Ayer vinieron Carmen y Javier, para contarme su boda, según su punto de vista. Estaban como locos y estuvieron más de una hora, comentando todo, del principio al final, con tanta alegría, con tanta felicidad, que agradecí todo el trabajo que hubo que hacer, para que todo resultara, como resultó. Quiero resaltar a mi maravillosa Mari Carmen que, desde que caí tan enferma, se ocupa de los novios a donde yo les dejo, es decir, desde el día antes, hasta el final de la boda, porque es un ángel, con una paciencia infinita y unas ganas de agradar como nadie. Sin ella, ahora, no sería capaz de llevar a cabo tanto trabajo.
Muchas veces me he encontrado con gente que me envidia por tener la profesión que tengo y es cierto. Los eventos de empresa y, sobre todo del motor, me encantan pero las bodas, son mi pasión. Tener en mi mano el poder dar la felicidad a una pareja que ha puesto todas sus ilusiones en este lugar y en mi, ver la carita de la novia cuando llega y me pregunta “¿Estoy guapa, Chata”, me llena de una satisfacción, que no puedo explicar.
Cuando empecé en 2004, decidí tres cosas, que quería implantar aquí, desde el principio, con los catering que esperaban para hablar conmigo. La tercera de ellas, era el cobro total de todo, después de la boda. Esto último sabía que me obligaba a hacer todo perfecto pues si algo salía mal, los novios no querrían pagar, pero no me importó pues sabía que nos íbamos a implicar tanto en Montealegre, que nada saldría mal y así ha sido. Cada semana es un reto y conforme pasa el tiempo los retos son más grandes, pero podemos con ello y así espero que podamos seguir, mucho tiempo.
Felicidades Carmen y Javier y ahora a descansar, que los dos os lo merecéis, por todo lo que habéis trabajado.
Boda Carmen y Javier 14-8-21