22/01/2024
Un niño entra en una tienda de animales y pregunta por el precio de los cachorros.
“Entre Q300 y Q500 ”, responde el dueño.
El niño se mete la mano en el bolsillo, saca un par de billetes, y exclama:
“Solo tengo Q100, pero… ¿Podría al menos ver a los cachorros?”
El propietario de la tienda llama a Lady, la madre de los perritos, que corre hacia él seguida de cinco preciosas bolas de pelo.
Uno de los pequeños llega, cojeando, más tarde que sus hermanos:
“¿Qué le pasa al último cachorrito?” Pregunta el niño.
El hombre explica que tiene un problema en la cadera y que, lamentablemente, cojeará toda su vida.
Una gran sonrisa se dibuja en la cara del niño, que grita con ojos de ilusión:
“¡Ese es el perro que quiero comprar!”
El propietario de la tienda le responde:
“Este cachorro no se puede comprar. Pero si lo quieres, te lo regalo porque no vale nada”.
El niño se queda en silencio unos segundos… mira al hombre y le dice:
“No quiero que me lo dé, porque este perro vale lo mismo que el resto. Le voy a pagar todo. Ahora le entregaré los Q100 y cada mes le pagaré 10 más”.
Sorprendido, el propietario refuta:
“¡Pero niño! Este cachorro nunca podrá correr, ni saltar. ¡Apenas podrá jugar contigo!”
El niño alza ligeramente su pantalón, mostrando su pierna izquierda, dejando al descubierto la prótesis que lleva.
“¿Ve señor? -dice- yo tampoco corro muy bien y el perrito va a necesitar alguien que lo comprenda”.