25/12/2024
La gente feliz es tan solo gente satisfecha,
La felicidad no es un estado alterado,
es un estado sostenido,
Lo más cercano a la felicidad es la paz,
La paz se consigue conciliando,
nunca luchando.
La gente feliz no envidia,
nunca ignora y menos juzga.
Cambia envidia por inspiración,
apatía por compasión
y juicios por tolerancia,
se reconoce en los otros,
ama y se ama de la misma manera.
La gente feliz es siempre responsable,
se hace cargo de si misma
y deja en sus actos ejemplo,
cuida de los menores
y deja libre a los mayores,
no se considera indispensable,
no ata a nadie a su persona,
pero recibe y corresponde solo al amor.
La gente feliz vive cada día,
aprende del pasado y confía
en el por venir, se desprende
de lo que no necesita
y multiplica repartiendo,
nunca guarda, limpia su corazón
y vive a la luz.
La gente feliz no se preocupa,
se ocupa, no ataca...
desvanece, no es fuerte,
siempre es suave,
porque es lo suave lo flexible,
lo que se adapta
y desvanece cualquier embate.
La gente feliz es como el agua,
cambia de estado, nunca de composición,
inunda de a poco y refresca,
lleva en si mismo:
vida y movimiento,
adaptación al cambio.
La gente feliz no cambia a nadie,
pone la muestra y
la mejor muestra, es una sonrisa
al final del día, poco equipaje,
conciencia tranquila y un "gracias"
siempre a la mano.
Porque la gente feliz,
se hace desde adentro
y se sostiene desde arriba,
es independiente más nunca
se ha sentido sola,
porque se une a quien elige
amar por lazos mucho más fuertes
que los apegos, por aquellos que
reconocen en los demás,
la misma grandeza que
reconoce en si misma.
La gente feliz, hace de su persona
un templo y con ello algo sagrado,
vive el día a día afuera
y serena cada noche dentro,
con paciencia y amor se limpia
y en ocasiones llora para lavarse,
se cultiva, aprende y acepta,
así entonces cada día puede
descansar en si misma,
un privilegio que es solo
producto de quien sabe amarse.
Tomado de la Web