29/11/2023
Buscas con mil tropiezos un terreno que cumpla toda la normativa para poder instalar un apiario...
Te rascas el bolsillo para movilizarlo, instalar los soportes donde colocar las colmenas y adquirir el material adecuado,
Compras un núcleo y lo alimentas con mucho cuidado para que crezca y multiplicarlo hasta tener una colmena, dos colmenas, tres colmenas, cuatro colmenas, etc.....
Seleccionas una reina que sea productiva, buena criadora, higiénica, dócil y deseas que sus hijas hereden esas buenas cualidades. Tratas sin éxito de convencer a los agricultores cercanos a tu apiario para que no usen herbicidas que maten a las abejas, 🥴que envenenen las flores,🌺🌻🏵️ que contaminen la tierra. Luchas contra la varroa, la nosemosis y mil enfermedades más de forma natural, con varios métodos para no usar tratamientos químicos que al final resultarán ineficaces por la resistencia. Te las ingenias para ahuyentar a lagartos, avispas, polillas, pájaros y mil depredarores para proteger a tus abejas sin hacerles daño a ellos. Imploras para que llueva,👏👏 pero no llueve y cuando lo hace no es el momento adecuado. Te conviertes en carpintero, pintor y veterinario, aprendes a desbrozar un terreno, a usar un soplete, fregar, raspar, hacer láminas de cera, conocer la anatomía de las abejas, todo lo referente a su ciclo vital... Cultivas la paciencia hasta extremos impensables esperando a que nazca una reina, para que crezca el enjambre, para que llueva,🌧️ para que florezcan los campos, para que las pecoreadoras traigan el polen y el néctar, lo conviertan en miel y llenen las alzas melarias que pesan lo suyo y tendrás que cargar, muchas veces por caminos de cabras donde no llega la 🛻. Te enfrentas a la decepción de una cosecha poco productiva y lejos de desanimarte te vienes arriba, te repites que no todo en la vida es el dinero, que esto es mucho más que un negocio... un compromiso con la naturaleza. Y todo esto lo haces solo, sin subvenciones, sin la ayuda de nadie porque todos temen a las abejas y corren a matarlas en cuanto las ven.
Nadie piensa en su importancia para la supervivencia del planeta, de la polinización, de la alimentación... Más bien al contrario, te miran como a un tipo raro al que le gustan los insectos, que muchos domingos y días festivos se pasea por las calles del barrio con un "traje de esgrima".
Pero tú sigues ahí, a pesar del esfuerzo, de los sacrificios, de los mil factores que no puedes controlar y afectan al apiario. Sigues siendo optimista, pensando en la próxima cosecha, en el próximo enjambre, en la próxima reina, en un nuevo colmenar, comprometido con la naturaleza.....créditos a quien corresponda!