13/12/2023
ARGENTINA: ¡VIVA EL AJUSTE, CARAJO!
El peronismo fracasó en su enésimo intento de reformar el capitalismo y los argentinos, entre desilusionados y embroncados, decidieron saltar de la sartén al fuego ardiente. No es la primera vez que lo hacen, la política argentina siempre se ha movido como un péndulo que los ha llevado de la decepción a la catástrofe, de la abundancia al corralito, la diferencia es que esta vez han saltado a las brasas ardientes del ajuste neoliberal con una sonrisa en el rostro.
Milei ganó las elecciones porque la gente estaba descontenta con el gobierno peronista, con su situación económica y porque les vendió la idea que la ortodoxia neoliberal es el fuego purificador del que surgirá la nueva Argentina y se presentó como el portador de ese fuego sagrado. Milei apareció como el Mesías outsider en un país de crédulos que elevó al dólar como su nuevo becerro de oro.
Todos coinciden en que la Argentina necesita ordenar su economía, pero -como sostiene el economista argentino Claudio Scaletta- "que exista la necesidad de hacer un "ajuste" no significa que cualquier ajuste esté bien. Los costos -del ajuste- deberían repartirse y no sólo cortar el hilo por lo más delgado."
Pero en economía las buenas intenciones no valen, lo único que vale es el poder real y la decisión para ejecutar las políticas económicas. Todas las teorías económicas son herramientas de poder.
Según la narrativa impuesta por Milei la argentina no tiene plata y arrastra un enorme déficit fiscal que es la causa de todos sus males y para lograr el equilibrio macroeconómico les propuso -como novedad- volver a la vieja y sencilla receta neoliberal de recortar los gastos sociales y dejar que los que viven de su trabajo y reciben un salario asuman los graves costos económicos del ajuste.
Y lo prometido, cumplido. Para los neoliberales recortar abajo es fácil, lo difícil es recaudar más de los de arriba para incrementar los ingresos del estado, pero Milei ganó con la propuesta de recortar drasticamente los salarios y las pensiones, congelar la inversión pública y dar libertad absoluta a las empresas monopólicas para que incrementen sus ganancias y aumenten sus beneficios económicos liberando los precios y disminuyendo los impuestos, devaluando el peso argentino y poniendo fin al rol regulador del estado.
Es decir las típicas recetas neoliberales que buscan transferir los ingresos de los de abajo para beneficiar el nuevo proceso de acumulación de capital de los de arriba. Y ya sabemos, cuando el gato se va de parranda, los ratones hacen su fiesta.
Decía el economista argentino Marcelo Diamand "Las sociedades y los países pueden cometer dos tipos de errores. Los primeros y más obvios consisten en optar por términos equivocados en las disyuntivas que se les plantean. Los segundos, mucho más sutiles, estriban en plantearse disyuntivas falsas, en las cuales ninguna de las dos posibilidades constituye realmente una solución."
Milei pertenece a la segunda clase. Construyó su discurso en base al descontento social, esbozó una visión catastrófica del momento político y presentó como novedad las recetas fracasadas del neoliberalismo. Ese discurso anarco capitalista le permitió ganar las elecciones pero dudo que le sirva para gobernar y por el momento sus dos propuestas estrellas, dolarizar y cerrar el Banco Central, han quedado guardadas bajo siete llaves. El éxito del plan de la motosierra y recortes pasa por mantener en paz el clima social en medio de un ajuste brutal.
Y es que las draconianas medidas económicas impulsadas por Milei van a generar desempleo masivo, miseria, destrucción de la industria nacional, reducción drástica del consumo y -probablemente- mucho descontento social a nivel de la calle. Milei recortó a los de siempre pero se reservó el derecho de incrementar el presupuesto de las fuerzas que vigilaránn para que el orden se mantenga, con Milei no habrá plata para comprar libros pero si para adquirir las bombas lacrimógenas que volverán a inundar las calles.
Y a todo esto su famoso discurso contra la casta, que decía combatir Milei, ha sufrido una curiosa metamorfosis. La casta, con el beneplácito del FMI, ha tomado el control del gobierno y están festejando el nuevo rumbo que transita la Argentina, los nostálgicos de la dictadura militar y los herederos del menemismo y el macrismo son los grandes ganadores y se han enquistado en el poder mientras que esa clase media que mayoritariamente votaron por el "ajuste y la motosierra" estarán, como el viejo lider socialista francés August Bebel, lamentándose de su destino"¿Qué has hecho, viejo im***il, que la canalla te aplaude?”