La historia de Filmobar servicios se remonta a los inicios de nuestro fundador Manuel Gonzales Farro como mozo del restaurante La estancia, empleo que le procuraba sustento a su recién formada familia y le sirvió como escuela para abrirse camino de manera independiente.
Cuentan que cierto día se le acercó un cliente del restaurante y al ver su prestancia y diligencia en cuanto a su servicio le propuso contratarlo para un evento familiar en su casa, advirtiéndole que necesitaría ayuda de gente de confianza para poder cumplir con la tarea encomendada. Es así que nuestro fundador se dio a la tarea de reclutar un grupo inicial de trabajadores para cumplir con el especial encargo; el evento salió a pedir de boca y ayudó a abrir otras puertas a nuevas oportunidades.
Así pues, la historia de nuestro fundador transcurrió entre discotecas, pizzerías, restaurantes y bares. Estas experiencias le sirvieron para poder conocer al detalle el manejo logístico y organizacional del rubro de atención al cliente, además de descubrir los entretelones de la preparación de bebidas icónicas dentro de la coctelería nacional. Esto último lo atrajo especialmente, pues pudo ver en la coctelería de autor un sinfín de oportunidades que podría explotar a futuro.
Fue un día, en que las puertas de la empresa para la cual trabajaba se le cerraron,
cuando tomó a su esposa y juntos se dirigieron a orar para encontrar una respuesta y
solución a su apretada situación económica. La respuesta llegó bajo la forma de un edicto
matrimonial, buscaron la dirección y se dirigieron para presentarse como una propuesta
de servicio de atención de la recepción; había nacido la empresa familiar.
Luego de esta experiencia y de aplicar lo aprendido con los años de experiencia,
empezaron a trabajar en la atención de recepciones matrimoniales, haciéndose un
nombre y una reputación de un buen servicio, siempre presto, siempre impecable. Es así
que empezaron a incursionar en la difusión publicitaria de su nueva empresa, primero con
el nombre de nuestro fundador, luego con un nombre característico producto de un juego
de palabras que abarcaba los servicios principales que ofrecía la empresa: Filmación,
mozos y bar, naciendo un neologismo Filmobar, bajo el cual se daría a conocer a su público
desde entonces.
Bajo el nombre de Filmobar posicionaron una imagen de seriedad, confianza y
trabajo en equipo, tanto en sus clientes como en sus trabajadores, asumiendo la divisa de
la honestidad como mandamiento y pilar de sus acciones. Es así como Filmobar servicios,
como se le conoce actualmente, lleva 22 años de servicio ininterrumpido, ganándose la
confianza y simpatía de su público, no sólo en su natal Monsefú, sino que va más allá,
donde el cliente los requiera.