31/01/2024
En el crepúsculo de mi existencia, un susurro de temor se cierne,
al imaginar el día en que me aleje, el día en que al fin me disuelva en la noche eterna.
La incertidumbre tiñe mi corazón, como sombras que se extienden,
temo perder la senda que nos une, al cruzar la frontera que la vida prefiere.
Entre los pliegues del tiempo, donde las despedidas se deslizan,
se refleja el miedo de no volver a encontrarte, un eco que se desliza.
Mis pasos vacilan ante la oscuridad del futuro incierto,
como un poema triste que se escribe en la penumbra de un adiós.
En la tela de nuestra historia, tejida con hilos de risas y abrazos,
se insinúa la sombra del adiós, un temor que se enciende en pedazos.
¿Qué si al partir, la conexión que nos une se desvanece en el viento?
Es el temor a perder la melodía que compartimos, en el último aliento.
Aunque el miedo acaricie mi ser como una brisa fría,
quisiera que supieras que en mi ausencia, tu memoria persistiría.
En el eco de mis palabras y en los recuerdos que compartimos,
espero que encuentres consuelo, en los vestigios del amor que en nosotros crecimos.
Así, en el día que me vaya, llevando el miedo como sombra muda,
deseo que el hilo invisible que nos une persista, que el amor en tu corazón acuda.
Que en el vasto horizonte del después, nuestros destinos se entrelacen,
y aunque el adiós sea un capítulo, en el libro del amor, nuestro lazo permanezca.
Beth ✏️