Chef en Casa es un emprendimiento salteño, que nace en 2015 a partir de la inquietud de dos jóvenes de la zona.
Paulina Méndez y Manuel Severo son los responsables de Chef en Casa. Ambos trabajaban en un hotel de la zona de las termas del Daymán. Él en la cocina, ella en la recreación. Cansados de esa vida, pensaron en hacer algo por cuenta propia.
La primera idea que surgió era hacer una empresa de “Show Cooking”; ir a una casa y preparar los platos frente a los asistentes. Pero eso fue descartado al poco tiempo, porque descubrieron que este tipo de servicios no tenía mucho mercado en el departamento. “A la gente le gusta la cosa más normalita, nada de show”, comentó Paulina. Debieron adaptarse a lo que la gente quería.
Entonces, pensaron en un servicio de catering. Para poder poner en práctica sus ideas, Paulina y Manuel obtuvieron un préstamo de dinero. Con ese capital Paulina cuenta que hicieron una cocina a nuevo. “Parece un quirófano”, dice Paulina y se ríe. Ahora están próximos a terminar de pagarlo y al mismo tiempo, se convirtieron en monotributistas .
Los comienzos fueron duros. Para Paulina la sociedad desconfía de los jóvenes. “Al principio no estábamos encamisados y superentrajeados (sic)”, dice Paulina mientras sonríe. De hecho, el uniforme habitual de la empresa consiste en remeras estampadas con el logo. Pero para los responsables de esta empresa, esas son formalidades que hay que cumplir en algunos casos.
Para ellos, el eje central consiste en la calidad del servicio; en el alma de cada plato que se sirve, así como en la calidez de los mozos y mozas. “La seguridad la damos por otro lado: somos realmente prolijos a la hora de trabajar porque queremos mantener el trabajo, porque nos gusta lo que hacemos y porque somos serios”, comenta Paulina con tono firme pero sereno.
Esta empresa no se limita a servir comida: también busca mejorar las condiciones del entorno. Para Paulina, el objetivo es ser una empresa con compromiso social: “Si puedo aportar a la sociedad, devolver un poco viviendo en comunidad, ¡mejor todavía!”.
Uno de los puntos diferenciales es la conformación del equipo. Siempre buscan a personas jóvenes, con ganas de progresar y que tengan una buena actitud hacia el trabajo. Paulina explica que en la medida de lo posible, van sumando a personas “qué le pongan onda y cabeza”. Y eso se nota.
Manuel y Paulina no forman el equipo de manera arbitraria. Es muy difícil conseguir gente joven del departamento, que tenga la voluntad permanecer en él. “Yo quiero juventud de la fresca. Vivo acá y quiero cambiar acá”.
Otro sostén son los familiares. “En mi familia son todos unos capos”, dice Paulina y explica que sus padres ya son gente muy adulta pero que acompañan en todo. También cuenta que tiene un hijo de 15 años y un bebé.
Varios entes públicos y muchos privados confiaron en los servicios de Chef en Casa. El despegue como empresa lo dieron hace algunos meses atrás, con una fiesta de casamiento pensada para 250 personas.
Para ello, tuvieron que recurrir a préstamos entre familiares y amigos para poder comprar la vajilla que les faltaba. Ellos consideran a este evento como una inversión a futuro. Al mismo tiempo, fue una buena forma de demostrar capacidad de trabajo frente a eventos de ese porte.
De todas maneras, se sienten en la mitad del camino. Nunca hicieron publicidad; todo fue “de boca en boca”. Los propios clientes recomendaban el servicio.
Enfocamos "Chef en Casa" en la prestación de un servicio de excelencia, basados en estrictas normas de calidad e higiene de máxima efectividad, a través de una atención personalizada, brindada de manera directa por todo su equipo de trabajo.